DA CLIC EN REPRODUCIR

¡Ponle lo que quieras!

Image Hosted by ImageShack.us

MySpace Layouts
MySpaceLayouts

Seguidores

jueves, 30 de abril de 2009

••Capitulo 35••

-¡Jason! ¿Ya si?- lo callé mi fastidio estaba en su auge y cualquier cosa podría hacer que saliera de control.
-Bueno esta bien, (tn)-
-(tn) ¿que?- pregunté.
-Si, que la chica que elegí fue (tn)- reiteró, lo que en mi creó un tipo de exaltación.
-¡¿QUE?!- grité, a lo que mi amigo me miró confundido, pero no era el único, yo también estaba confundido, ¿Por que había gritado? pero hasta no aclarar el por qué mi frenesí tenía que ocultarlo ante mi amigo, podría mal interpretar pensando que eso eran celos —Que no lo eran... claro que no— -Si, digo...- ¡Ay! no se me venía ninguna idea a la mente, y creo que hasta comenzaba a sudar, ¡hasta que se me prendió el foco! -No puedes planear matrimonio a tan temprana edad, eres muy joven aún, necesitas vivir la vida- articulé y no fue tan fácil porque el nerviosismo ya se estaba apoderando de mí, y por otro lado que forma de desviar los pensamientos de Jason, ¡Que argumento tan estúpido! ¡Solo a mí se me ocurre! Me preguntaba si se lo habrá creído.
-Tienes razón- frunció los labios, por aparentar era pan comido, solo arqueé mi boca con una sonrisa tonta -Por un momento pensé que estabas... Jajaja... no me lo vas a creer... pero parecía como si estuvieras celoso... Jajaja- de pronto esa sonrisa se borró.
-¿Como puedes discurrir eso?... tu mismo sabes que no es mi tipo- dije mientras salíamos de los baños deambulando los pasillos.
-Lo dices porque no es como "Las otras" que inmediatamente caen a tus pies, claro como tu tienes tanta suerte, y acá uno se queda solo, deberías conseguirme una ¡eh! me la debes por todos los consejos que te he dado, de preferencia a (tn)... aunque no creo que sea tan fácil conseguirla- no tenía la noción de cuando había advenido mi risa, vaya que ese amigo era una buena medicina para subir el talante.
-¿Y por qué te gusta tanto?... o sea ¿Qué le viste? ¿Qué te llama mas la atención de ella?- indagaba, no se... tenía interés por saber que es lo especial que emanaba (tn) de su persona y quien mejor para decírmelo que mi enamoradizo amigo.
-Pues... para empezar... esos ojos, esos labios tan rojizos y abultados, con ganas de probarlos...- a veces hay cosas que se ocultan a los amigos, hay las que se pueden decir y las que no, y en este caso yo tenía una que era un secreto, no podía decirle a Jason —Yo ya los probé— porque aparte de que me vería como un descarado, sería algo imperdonable para el, ya que yo desde un principio sabia lo que el sentía por ella, aunque yo no hubiera querido besarla algo me controlaba, algo capaz de llevarme a cometer los peores errores, porque también sabía que no había sido un insignificante beso, al pasar de los días ya era algo desconocido pero creciente. -Y también su cabello, ¡Wow! y esa anatomía propia de una diosa- al mismo tiempo en que mi cabeza repasaba los recuerdos Jason continuaba con su grande lista de cualidades que encontraba en ella...
---------------------------------------------------------------------------------
¡Wow! ¡Gracias por sus comentarios! en el capitulo 34 hubo 1O! Adoro ver sus comentarios!
Muchisimas gracias a ustedes por dejarlos, y espero verlos MUY seguido!
Ayuden que mi inspiración se fortalezca! ^^
Bueno me voy, y se que es corto, pero es que tengo muy poco tiempo.
¡Cuidense!
¡Las Quiero mucho!

miércoles, 29 de abril de 2009

••Capitulo 34••

Designé una sonrisa maleable al Director y salí de la oficina detrás de (tn).
-Oye, no tienes que enojarte de esa manera, no es tan malo, si quieres yo te llevo- giró su cabeza con furor.
-Escucha, eso no es lo malo, lo malo en mi vida es haberte conocido, siempre tienes que arruinar ¡todo!- reclamaba sin darse cuenta que en lo mas profundo, sentía una puñalada por la espalda por una razón ignota ¿A mi que tenían que importarme sus palabras? ¿Por qué de repente cualquier ofensa de su parte logra consumirme? Según yo no era un sentimental ¿Qué me manipulaba?
-Haz lo que quieras- dije con indiferencia para recatar mi enervamiento, seguí mi paso hasta los baños, tal vez era muy loco eso de hablar con mi mente, yo considero que en ocasiones "Tu mismo eres tu mejor confidente y consejero" he encontrado varias veces la respuesta en mis razonamientos, y eso era lo que trataba de hacer en ese momento repetirme una y otra vez en la cabeza la pregunta mas compleja que he tenido que abordar ¿Qué me esta pasando?
Entre a los baños y me miré el en espejo analizando cada facción de mi rostro, algo no estaba bien, mi mirada era diferente, abrí la llave dejando remojar un poco mis manos para pasarlas por mi cara y humedecerla, deseaba dar con el blanco de mi actitud, pero era imposible, por mas que recorriera mi mente la lógica era invidente.
Hasta que alguien turbó mis pensamientos...
-¡Hola amigo! ¿Oye? oí que la maestra ahora es verde... ¿verdad? Jajaja ¡me la imagino!- salía de un baño, reía a carcajadas, pero no llegaban a ser muy contagiosas para mi, solo lo veía alineando una ceja.
-¿Que tal Jason?- dije sin ánimos, la comisura de mis labios iba hacia abajo formado un medio circulo de parte superior.
-¡Como son tremendos ustedes dos!, en la historia del Colegio JAMÁS había escuchado de alumnos que pintaran a sus maestros en el Laboratorio... y de verde Jajaja- parecía que sus chistes no tenían fin. -¿Oye? ¿Por qué no ríes? ¡Qué amargado te haz vuelto!...- se quedó pensando por tiempo limitado -¿Sabes? pareciera como si sufrieras de una relación amorosa, como si te hubieran roto el corazón, apuñalado, destrozado, hecho una basura, pisoteado...-
-¡Basta Jason!- detuve abruptamente sus habladurías, ¿El qué sabia? ¡Nada de lo que había dicho concordaba conmigo!-¡Uy! Que humor... ¿pasó algo con Allison?- su pregunta me hizo especular, ¿Qué significaba Allison en mi vida? ¿Cumplía con los requisitos para ser una buena novia? o peor ¿En realidad la consideraba como MI novia?
-No, nada-
-Oye amigo, creo que deberías conseguirte a otra- su brazo rodeó mis hombros y nuestras miradas se dirigían al frente. -Una que en verdad te haga sentir algo, sinceramente esa tal Allison no es un buen partido, eso implica verte a ti... Mmm... feliz, ella día con día te vuelve más agrio, y eso lo digo yo, que soy tu mejor amigo y te conozco como la palma de mi mano- tenía cordura, pero no era tan fácil hallar a la chica que te haga sentir "cosas" -¿Qué crees?- agregó con una pregunta.
-¿Qué?- pregunté, el adoraba hacerle de emoción a nuestras conversaciones, soltó mis hombros y se situó frente a mi.-Yo ya encontré a la correcta, y posiblemente, mi futura esposa... Jajaja, no te creas no tanto, eso ya con el tiempo, y la afortunada es...-

martes, 28 de abril de 2009

••Capitulo 33••

Rió disimuladamente -Esta bien... díganme ¿A que se debe su visita?-

Joe•--
-A que si no hubiera sido por que ella le dijo a la maestra "No vealo más cerca" y a eso me refiero a los químicos, estos no explorarían en su cara- la estupefacción que reflejaba el rostro de ella ante mis acusaciones me daba como... gozo, en sí me encantaba hacerla enojar.
-Mira...- como era obvio, no se iba a quedar callada -Yo no hice la reacción, TU fuiste- remarcó el "TU" en un matiz mas alto señalándome con el dedo.
Otra guerra estaba por desatarse y llegar a su apogeo, pero antes de eso el Director intervino en la disputa.
-Haber si capte, estaban situados en sus clases, usted señor Jonas no estaba haciendo nada, la señorita Jonhson si, cuando usted se interesó por realizar su trabajo no funcionó porque no puso la mínima atención, entonces combino los químicos incorrectos, comenzaron a discutir, la maestra se aproximo hacia ustedes y las intenciones de la señorita eran delatarlo a usted, no funcionó porque al fin de cuentas todo termino por estallar en la propia cara de su maestra, ahora están aquí, ¿cierto? o ¿discernimos en algo?- (tn) y yo nos quedamos anonadados supongo por el mismo motivo: La certeza en las palabras del Director.
-No- respondimos en unísono sin discreparnos y con un hilito de voz.
-Entonces se quedarán los dos al terminar todo su horario escolar para limpiar el desastre que hicieron y como un bono extra, el castigo que les imponga su profesora- en mi no era raro ver un castigo, y pensarán que soy un cínico pero solo digo la verdad, en cambio (tn) se quedó no muy conforme con la reprensión.
-¡Pero yo tengo que irme con mi madre!- exclamó en un tono no muy adecuado para la persona que estaba la frente.
-Lo se, pero no se preocupe, yo le avisaré cuando termine de impartir su clase- contestó con firmeza, aunque hubo algo que se me hizo dudoso, ¿como estaba eso de que "Le avisaré cuando termine de impartir su clase"? ¿Acaso su madre trabajaba en el plantel? -Si el problema es que no tiene quien la lleve a su casa no es la única manera en que puede transportarse, existen los camiones, taxis, las piernas, los amigos, puede decirle al señor Jonas que la lleve, el tiene auto- ¿Qué? pensé, ¿Tenía cara de Chofer? o un ¿letrero que decía "Yo la llevo"?Había dos cosas que trabajaban dentro de mi, la conocida y la desconocida, la conocida era mi mente, la que me reclamaba "NO LA LLEVES" "TE CAE MAL" "ES INSOPORTABLE" y la desconocida, como su nombre lo dice no estaba en mi itinerario sobre que me hacia pensar cosas como "Se amable con ella" "Tratala bien" y las mas excéntricas de todas "Es linda" "Admite que te fascinó besarla" "Te recuerda a alguien” no dije nada, no supe a cual de las dos hacerle caso, y decidí que el tiempo decidiera mis acciones.
Ella solo una cara de descontento por la exégesis del Director con una expresión de "¡Ash!" y la mirada puesta en blanco, dio un giro intermedio y salió hecha un energúmeno.
---------------------------------------------------------------------------------
Ultimanmente ya no comentan =C
Tal vez por eso ya no me inspiro tanto, desearía ver sus comentarios mas seguido ;D
Bueno el concurso de la Guerra de Noves ya da a su fin hoy

domingo, 26 de abril de 2009

••Capitulo 32••

-¡Que pasa con ustedes!- gruño la maestra, a nosotros no nos basto su queja para detenernos, nos ofendíamos uno al otro tonterías, admito que yo también las decía. -¿Qué han hecho?- dijo enojada al notar que la combinación de químicos estaba burbujeando. -¡Mire! ¡Vea lo que hizo este cabeza hueca!- la maestra se inclinó un poco para echar un vistazo a la sustancia. -No vealo más de cerca- mencioné al ver que solo se doblaba minuciosamente. Mi intención era imputarlo, después de todo yo no tenía nada que ver en el asunto. Umm... pero a veces la vida te hace malas jugadas, y a esto quiero atribuir a algo súbito e inesperado que ocurrió simultáneamente cuando la maestra posesionó su mirada en el frasco que contenía el fluido emanante de gases ásperos y burbujeante que terminó explotando como el Vesubio justo en su rostro. No quería ni imaginar como le había quedado la cara posteriormente de que todo haya hecho contacto con su piel, Joe y yo solo cerramos los ojos presionándolos para evitar que esa curiosidad de verle la cara fuera mas fuerte que nosotros, pero a mi terminó por ganarme ese complot y abrí un ojo encontrándome con la expresión con mas bravura de mi vida y mas fue mi asombro al notar que su rostro se teñía verde y pronto haría combinación a las canas verdosas que estuvieran a punto de salir, ya que su paciencia había desaparecido. Bufó como un toro en pleno combate con el torero -¡A LA OFICINA DEL DIRECTOR LO DOS!!!!!- sus gritos fueron mas subidos de tono que la bocina mas grande existente en el planeta, oyéndose por todo el enorme colegio y con la potencia para oírse en el otro lado del mundo, rompiendo en mil pedazos la beatitud que abundaba entre algunas gentes. Ni Joe ni yo dijimos nada, pensamos que era mejor salir corriendo de ella antes de que terminara descuartizando a alguno de los dos y con su enojo era correcto decir que podría matarnos a ambos al mismo tiempo. Caminábamos por el pasillo dándonos empujones, hasta difícil fue entrar el la oficina. Logramos entrar en la amplia habitación en donde el Director se acogía en un confortable sillón giratorio, con su mano dio la señal de que tomáramos asiento y así lo hicimos. Yo sabía que en sus entrañas no era tan malo, pues por lo poco que lo traté mi primer día de clases con su sonrisa beatífica era un tipo comprensivo, bueno, entendía que una persona se saliera de sus casillas estando cerca de dos personas que no se soportaban y mas porque tenía que aguantar los escuchando gritos alisios como un huracán destructor a su paso.
-¿Y bien?... ¿Qué crimen han cometido?- bromeó, eso era un vestigio para asegurar que era indulgente. -Pues vera...- yo sería la que daría su versión de los hechos, me sentía como una delincuente a la que el juez tenía que apelar sobre su inocencia, culpabilidad o si estaba involucrada en el delito. -Yo estaba de lo mas bien haciendo mi trabajo, obedeciendo indicaciones, tomando notas, mientras este aprovechado se quedaba viendo, cuando notó que la practica estaba terminada le interesó y anduvo de entrometido juntando reactivos inadecuados, entonces...- tomé aire porque mis pulmones ya no tenían una reserva para poder emitir mi defensa -Le dije que lo estaba haciendo mal y el no me hizo caso, lo llamé tonto, y el me dijo tonta y yo le dije tu y el respondía que yo...- ¡Wow! ese día parecía una máquina parlante, mis labios y lengua se movía a la velocidad de la luz. -Ya cállate ¿no?- ordenó Joseph, harto de mi hablar imparable. -¡No me callo, y menos porque tu me lo dices!- advertí parándonos a la par, frente a frente y con miradas que infundían cólera excesiva. -Ya veo, síntomas del amor apache- ese comentario provocó que nuestras miradas perdieran conexión y fueran dirigentes al Director. -No se a que se refiera, pero nada que contenga la palabra "amor" tiene que ver con...- barrí a Joe con la mirada -Este- mi ignorancia en la frase "amor apache" me hacía recaer en dudas, quien iba a saber que eso hacía conjetura con el refrán "Lo que se pelean, se quieren" y afianzo que si hubiese conocido su significado en ese entonces ahorcaría al Director sin importarme una expulsión o irme detrás de las rejas...

jueves, 23 de abril de 2009

••Capitulo 31••

No pronunció palabra alguna, trataba de contener esas ganas de gritarme y regañarme su paciencia era ya una migaja que por una simple cosita mas ¡BAM! explota.
Miré todo a mi alrededor buscando una silla disponible, y para mi suerte la única vacía era una al lado de... suspiré y dije entre murmuros -Joseph-
Me introduje en el salón con timidez, pues después de todo había frenado la clase con mi llegada, a medida que me acercaba a aquella silla lo veía a el, sentado en una postura informal y encorvada, una de sus manos se posesionaba frívola sobre el escritorio de azulejo color hueso mientras que la otra sostenía tensamente un lápiz, una mirada apuntando con dureza a un cuaderno con una conexión de acero reforzado e indestructible.
Un desasosiego recorría mi cuerpo entero con una razón incógnita y tal vez el producto de eso era su cambio en el sentido del comportamiento, aunque solo lo había tratado por una semana completa incluyendo el fin de semana era excéntrica la forma de proceder de este chico.
Me senté en la silla con desconfianza y solo me miró disimuladamente para volver a su atención a la clase.
La maestra escribía varias anotaciones y la práctica de hoy era llamada "El sueño dorado" que usaba el método de galvanizado que era el recubrimiento de los metales para evitar que se oxiden.
El material estaba sobre la mesa, Mechero, Tripíe, Cápsula de Porcelana, Probeta, Vaso de Precipitado, Agitador, Pinzas, NaOH —Hidróxido de Sodio— y Zinc.
El procedimiento era pesar 24 gramos de Hidróxido en el vaso de precipitado y 5 gramos de Zinc y por último medir 1OO mililitros de H2O —Agua—.
Hice todo esto y el solo se quedaba ¡Sentadote sin hacer nada! Ya no era ese momento en el que solo abría la boca para solo decir frases ilógicas y mediocres, si no que sus labios estaban dormidos y entumidos, no pronunciaba una sola palabra.
Pero bueno no era tan malo porque así no habría errores, si ponía una de sus manos sobre ese material todo terminaría en un desastre.
Mezclé el hidróxido, el agua y el zinc y los puse en la cápsula de porcelana, encendí el mechero y calenté la solución e introduje una moneda de Cobre durante 3 minutos, saqué la moneda con las pinzas y la lavé en un vaso lleno con agua, la sequé con papel y la puse al fuego.
La práctica me estaba gustando, observé como la moneda tomaba un color más dorado y brillante.
-¡Que hermosa!- expresé con admiración al ver el resultado de la moneda; dije esto y el levantó la mirada.
-¿Qué es eso?... ¡Déjame intentarlo!- propuso alegre, ¿Que no estaba enojado? me pregunté a ver como su actitud cambiaba de la noche a la mañana, ahora si ya había llegado a la conclusión de que estaba con un enfermo de Bipolaridad.
En fin comenzó a mover todo, se notaba a simple vista que no había puesto nada de atención a la clase, revolvía como si un tornado hubiese pasado en ese mismo instante.
-¡¿Qué haces?!- grité al ver como ponía reactivos ajenos a como lo marcaban las instrucciones.
-Lo mismo que tu, no ves- contesto muy grosero eso hizo que el coraje se me subiera.
-¡Eres un tonto, ni siquiera sabes como se hace!- reclamé.
-¡No, tu eres la tonta!- así empezamos con una discusión que se oía en toda el aula, y sin darnos cuenta un gas se desprendía de la mezcla incorrecta que él había hecho...

miércoles, 22 de abril de 2009

••Capitulo 3O••

-Además no se si es seguro- ¡Genial! ya me había dado la dotación de dudas suficiente como para estar en vela las noches equivalentes a un año con la pregunta de ¿Qué quiere decir? y perduraría hasta no tener una respuesta, eso sería el resultado de unas horribles ojeras que se formarían con el ¡Insomnio! Me quedé boquiabierta parada en la acera, observando a detalle cada paso que daba alejándose con destino a su auto justo estacionado enfrente de la casa de Penny.
Esbozó una sonrisa no muy convincente y subió a su auto el cual arrancó dejando como rastro el humo que soltaba al arrancar.
-¡(tn)!- regañaba una voz y esta a la vez diría un discurso de sermones.
Solo me giré, ¿Qué sería de mí? Una avalancha de gritos y regaños acometería sobre mí.
-¡¿Cuantas ves te he dicho que no te salgas sin avisar?!-
-Miles de veces- dije sin ánimos. -Pero si te avise- corregí, la verdad si había dicho.
-¿Y que te costaba esperar a que te diera permiso?- me fulminaba con al mirada, el enojo hacía que sus burlitas se fueran corriendo.
-Mamá, si no te molesta no tengo ganas de escuchar reclamos- pasé por encima de ella entrando a la casa, subí a mi habitación y me dejé caer en el acolchado, cerré los ojos sin hacer mucha presión en ellos y poniendo mis manos a un lado de mi cabeza cada una.
Pensé que el sueño no llegaría a mi después de lo ocurrido, pero no, llegó mas rápido de lo esperado...
El día siguiente sería obviamente el lunes, el fastidioso día en que vuelves a despertarte temprano con la flojera del mundo, y para mí el tener que enfrentarme a algunas caras.
Toda la rutina antes de ir a la escuela fue repetida como todos los días de lunes a viernes solo que ahora era ¡tarde! mi cansancio se avía adueñado de mi sueño.
Caminaba por los pasillos a una velocidad extrema con mis libros en manos, y una ligera mochila que cargaba mi espalda, iba hacía el salón de clases, según mi papeleta tocaba Química, así que el laboratorio era el lugar indicado para tomar una de las clases no mucho de mi agrado por la razón de que sabia que casi todos mis horarios coincidían con los de Joseph y a su lado era difícil llevar tu completa atención a los conocimientos impartidos.
Entré al salón, la clase había comenzado, la maestra solo mostraba un desagrado por mi retardo...
---------------------------------------------------------------------------------
Corto! lo se es que tengo un sueño! que fácil cierro los ojos y ahí quedo!
Perdón, pero algo es algo no?
UN FAVOR:
VOTA POR MI NOVE SI TE GUSTA!http://www.metroflog.com/OnlyJbrothers-/ (4 VECES) NO. 1O

martes, 21 de abril de 2009

••Capitulo 29••

Claramente vi como su expresión dibujaba un nerviosismo -Emm... ¿sobre que?- profirió tartamudeando, se hacía el desentendido, su intento por actuar y desviar mis conclusiones, curiosidades y pensamientos fueron un rotundo fallo.
-Sabes perfectamente de lo que hablo, haber si esto te refresca la memoria: "Mira... estoy... como te digo... CONFUNDIDO" o mejor "Te lo voy a decir directo y sin rodeos"- reiteraba sus palabras exactamente como el las había dicho, incluyendo matices, ademanes, expresiones, movimientos corporales, todo.
-Mmm... No, no recuerdo- frunció los labios, yo lo miré con suspicacia.
-¡Ay! ¡Vamos! ¡Dime!- sonreía levemente, metía sus manos en sus bolsillos, me desesperaba esa situación y mas porque tal vez podría haber sido algo muy importante, el solo sostenía errado su secreto, si es que eso era, si no ¿porqué tanto misterio y silencio? su testarudez estaba en un nivel ¡elevadísimo!
-No-
-¿Pero por qué?- ese era mi gran duda, si ya iba a decírmelo en aquella tarde porque no rectificar y contarme lo que una sensación extraña me pedía a gritos averiguar.
-Ya no creo que sea necesario, eso no es algo que sea de tu interés- dicho eso comenzó a caminar en un sentido contrario al mío, pero yo detuve su caminar poniéndome justo enfrente de el, ya me había dejado con la ambigüedad y ya no era un motivo para no litigar contra el.
-¡Solo dilo!- exigí a su respuesta, no me iba a dejar con la palabra en la boca, la curiosidad mata al gato, pero estaba dispuesta a todo por sacarle lo que tanto me intrigaba saber, el indagar sería el elemento recurrente.
-¿Por qué dices eso?- antes de que pudiera preguntarme ¿Qué? porque presagiaba que diría esa preguntita insignificante -¿De que no sea de mi interés?-
-Por que tu misma me lo haces conocer- ¡No! Los escrúpulos aumentaban al pasar un segundo, seguido de otro, ¡Una puerta sin salidas! ¡Un laberinto! ¿Tanto parloteaba sin darme cuenta de lo que decía? ¡Resultaba que ahora yo era la culpable de su abstinencia a hablar!
-¡Oye me dejaste peor que al principio! ¡Ahora tengo mas dudas!- reclamé, el desvió la vista, una mirada perdida ¡completamente insólita! ¡Apagada! Me turbaba su forma de ser, simplemente no lograba entenderlo.
No contestó, estaba hundido en pensamientos que iban mas a allá de una reflexión algo capaz de dejarte paralizado por minutos.
Ahí venía su cambio de actitud repentino.-¿Nunca dejas de ser tan alcahueta?- sonrió con toda una intención burlesca, me ofendía, y la defensa no venía a mi, me convertía patidifusa su extraña manera de reaccionar. -Olvida todo, haz de cuenta como si no te hubiera dicho algo referente a eso- ¿Eso fue una orden? ¿Olvidarlo? Primero no comprendía a que llegaba con "Algo referente a eso" si no sabía ni siquiera de que tema centraba a la platica, y segundo yo no era de esas que se les olvidaba algo que en verdad le concernía, era olvidadiza pero solamente para lo que me convenía, y si no era ese momento en el que pudiera efectuar mi interrogatorio lo haría después, pero no lo olvidaría...
---------------------------------------------------------------------------------
VOTA POR MI NOVE SI TE GUSTA!

Extra

Que creen? Gane en la actividad del concurso!
Les explico:
Teniamos que hacer una historia de un solo capitulo, conmovedora y triste pues yo hice el escrito y fui primer lugar!
Yo quiero hacer publico este capitulo para que ustedes lo lean y me den su opinion!
Se los dejo!
Ah! y alrato subo capitulo 3O eh!
---------------------------------------------------------------------------------
Ahí estábamos el y yo, bajo el brillo de la luna y una intensa lluvia, ambos cuerpos empapados por las gotas gélidas y derramando un líquido salado proveniente de mis ojos a un ritmo constante capaces de fusionarse con las partículas húmedas que desprendían las nubes y la iluminación vivísima e instantánea de las nubes a causa de una descarga eléctrica que hacían que nuestro pelo deslumbrase.
Los sollozos eran parte de mi sufrimiento y pronto se convertirían en gritos lastimeros imposibles de reprimir.
El verlo postrado en el suelo destilando sangre llenaba a mi ser de melancolía, su respiración profunda y entrecortada eran sinónimos de que su resistencia que se agotaba a medida que avanzaban los minutos.
Tomaba de mi mano sutilmente, mientras sus ojos dejaban ver un resplandor, un brillo singular.
-Te amo- murmuro con dificultad, apenas podía distinguirse el matiz de su voz con el vociferar de la tormenta.
Mis cuerdas vocales no respondían, la escena presenciante de mí vista las había dejado paralizadas, ni un chillido era eficaz para salir y demostrarle mi amor.
El fuego de su vela poco a poco se extinguía, su vitalidad se esfumaba, no podía dejarlo ir tan fácil, mi valentía tenía que salir a la luz.
-Por favor, espera, se fuerte, no te des por vencido- aconsejaba al mismo tiempo en que acariciaba su rostro, el solo cerraba sus ojos dejándose llevar por mis caricias, como si yo arrullara al un pequeño a medio dormir, pero yo no quería eso, si sus ojos se sellaban caería en un sueño eterno en el que jamás podría despertar.
-Yo... se... que... nada... se... puede... hacer... ya- hizo una pausa buscando aliento para pronunciar sus frases tan dolientes en mi corazón partiéndolo en añicos.
-Quiero que... seas feliz... no te... detengas... por mi... yo voy a... estar mirándote... siempre desde allá- su dedo índice apuntaba a el lugar al que iría al que el de día tomaba un tono azul tenue y que durante la noche era cubierto por un manto negro adjunto a pequeñas lucecitas de albura.
-Es que no, tu no puedes irte, yo... yo me voy a morir sin ti- la contracción de mi diafragma no permitía enunciar bien mi habla.
-__________... entiende... yo me voy... pero tu te quedas...- Suspiró profundamente -Solo quiero sentir tus... labios por... última vez- su voz entrecortada significaba que su partida sería patente, la resignación era el único recurso que debía tomar.Recorrí mi mojado cabello sosteniéndolo en mi oreja, me incliné hacia su cara y deposité en sus labios tal vez el último beso que recibiría de el, este fue tan diferente a los otros, esta era una despedida, me alejé unos cuantos centímetros de su rostro, sus ojos se cerraban con lentitud hasta quedar sosegados en un descanso sempiterno...

---------------------------------------------------------------------------------
NOTA: Esta no es una novela eh! Lean arriba
Y no dejen de votar por la nove! ^^

domingo, 19 de abril de 2009

••Capitulo 28••

Era demasiado tensas las conversaciones que tomaba Penny, capaces de dejarme traumada en un instante, solo bastaba con que abriera a boca, mis pensamientos trabajaban imparables: Solo me pregunto una cosa —¿Donde esta un terremoto cuando lo necesito?— algo, SOLO algo que pueda sacarme de este lugar, salir corriendo como el famoso ratoncillo Speedy González —Creo que veo mucha televisión— o morirme también sería buena salida, pero no es que lo diga enserio, lo intenté una vez y no pienso a hacerlo.
-Ay vamos (tn), acéptalo, te gusta- ¿Qué dijo? ¿Mis oídos están limpios? ¿Dijo que me gustaba? Eso si me enoja, que juzgue sin saber, —la paciencia es lo que debía tomar, no se de donde pero necesito paciencia, es solo una niña y no puedo explotar frente a ella, si fuera de mi edad tal vez lo haría pero no lo es, podría lastimar sus sentimientos con mis gritos y reclamos, solo queda —inhalar, exhalar, inhalar, exhalar, inhalar, exhalar, contar hasta diez y aterciopelar la voz—
-Penny... no soy su novia y no me gusta, ¿entendido?- deje en claro de la mejor manera que pude.
Solo asintió seria, ¡Upss! creo que si le asustó mi actitud, pero no se actuar bien.
-¿Entendido?- recalqué esta palabra pero ahora dirigida a Joseph quien no decía nada pero parecía hacerle gracia mi nerviosismo de hace un rato.
-Si- respondió igual, serio, con algo de miedo impregnado, un miedo que yo le había trasmitido, eso me dada algo de gusto, saber que puedo controlarlo, o al menos eso es lo que me hace creer.
El día se paso en un abrir y cerrar de ojos, los rayos del sol se escondían y el cielo invocaba a la oscura noche, Joe contaba varias de sus experiencias mas humillantes, y no podía negar que mi risa venía adjunta a cada relato, no era tan egocéntrico como pensaba, mi madre siempre dice "No hay que juzgar a un libro por su portada" y eso era algo que no tomaba en cuenta con frecuencia, y es que algo mío era suponer como eran las personas, la mayoría de las veces no fallaba, la mirada y la forma de actuar eran suficientes para conocer la actitud de una persona sin tener que pasar un largo tiempo al lado de ella, un don, pero el conseguía engañar a mi destreza, era molesto, gracioso, coqueto, enfadoso, gritón, amable, en fin, no tenía una cualidad especial para determinar como era su persona.
-Penny... llegamos, entra a casa... tu mamá debe estar preocupada- sonreí, solo veía como entraba a su casa y daba saltos alegres.
-Y bien- giré para encontrarme con la mirada de Joseph -¿Que era lo que ibas a decirme en la tarde?-
---------------------------------------------------------------------------------
Se que hoy es muy poco, pero no se me ocurrió nada, y por otra parte me gusta dejarlas con la emoción, espero que les haya gustado.
No olviden votar po mi nove en http://www.metroflog.com/OnlyJbrothers-/ (4 VECES) NO. 1O
Me voy, comenten eh!

sábado, 18 de abril de 2009

••Capitulo 27••

-Bueno... y tu ¿Que tienes eh?- al final me terminó desesperando viendo mover sus manos en un vaivén descontrolado.
De inmediato dio un saltito de exaltación, interrumpí sus pensamientos exagerados.
-No nada- ¡Ay! estaba nervioso, bueno al menos era lindo en esos gestos, debía reconocer, hasta hacia que mis mejillas se estiraran para esbozar una sonrisa pero mi orgullo y entereza no me lo permitían.
Me conforme con su respuesta cero coherente.
El ambiente se tornaba aburrido, ninguno de los dos entablaba conversación, y pensar que nos la pasábamos discutiendo pero ahora no había una razón por la cual originarse una pugna, bueno en realidad nunca peleábamos por algo válido creo que era solo costumbre o la manía de hablar gritando.
El sol ya empezaba a emanar su abrasador calor que llevaba a la natural transpiración del cuerpo, necesitaba de una hidratación o algo frío para calmar el sobrecalentamiento de mi anatomía, lo mismo le ocurría a Joe, lo noté porque lo miré a sesgo, su mano se agitaba en dirección delantera y trasera apañando el poco aire que podía capturar para calmar el calor.
-¿Quieres ir a comer un helado?- me dedicó una sonrisa afable.
-Esta bien, acepto- regresé su sonrisa y me acerqué hacia donde Penny a quien parecía no importarle que los rayos intensos del sol acometieran sobre su piel. -¿Vamos a comer un helado?- pregunté como un tipo de orden, ella asintió y cogió de mi mano.
La heladería no estaba apartada de la colonia, íbamos callados, de vez en cuando Penny me miraba a mí y a Joe, a mí y a Joe y así constantemente.
Habíamos llegado al lugar en busca del refrescante hielo saborizado.
-¿De que quieres Penny?- preguntó Joe a la niña que miraba la vitrina escogiendo un sabor la entendía que tardara tanto pues con la variedad de sabores no se podía decidir uno en especial, bueno yo si tenía uno favorito. -¡De fresa!- dijo con vivacidad.
-A mi un Marshmallow de Chocolate- dijimos Joe y yo a coro, nuestras miradas se cruzaron con admiración y sorpresa.
Nos sirvieron los helados y nos sentamos en una banca, las palabras aún no salían, Penny era la única que tenía un tema de conversación que daba a conocer con cada una de sus preguntas.
-¿Y ya son novios?- sus interrogaciones eran peores a las de mi madre, al menos ella me lo decía entre nosotras, además como podía imaginarse que yo podía fijarme en ese...
-NO- contesté casi gritando, era para mi una tortura tan solo pensarlo, Joseph solo se mantenía afónico.
-Es que los novios se besan ¿no?... Frankie me contó que ayer se dieron un ¡BESOTE!- a mi lo frío del helado se me subió a la cabeza -Si dijo que casi se traga...-
-¡Peennyy!- dije para callarla, si continuaba terminaría derritiéndome de la vergüenza...
----------------------------------------------------------------------------------
Y aquí el Capitulo algo tarde pero ¡Lo acabe!
¡Sigan votando!

••Capitulo 26••

-Habla rápido ¿si?- balbuceaba tanto en sus palabras como si de un trabalenguas se tratara.
Se tomó de la cabeza como si sus ideas se hubieran enredado.
-Mira... estoy... como te digo... CONFUNDIDO- su larga búsqueda por la palabra idónea había finalizada pero ahora yo era la confundida, no comprendía el porque de su promiscuidad que solo lo que provocaba que se acrecentara una duda.
-No te comprendo, se mas claro- la conmoción se apoderaba de mi, tenía que reprimir ese deseo de averiguar algo que no me concernía.
-Bueno- aspiró el mayor aire posible y lo soltó por la espiración muy prolongada. -Te lo voy a decir directo y sin rodeos- su firmeza fue febril y creaba una expectación en mí pues después de todo, su actitud no era muy normal.
-¡(tn)!- exclamó una vocecita chillona a mis espaldas, y aunque solo la había escuchado en un día ya era parte de mi mente y oídos.
-Penny- di media vuelta y flexioné mis rodillas para estar a su nivel y recibirla con un abrazo.
-Veo que Joe ya te encontró ¡eh!- solo era una niña pero sus burlas lograban ser bochornosas.
-Eeee... si- mi voz era débil, parte de mi aturdimiento me tenía así.
Se ladeó un poco para poder mirarlo a él y le guiñó un ojo yo me quedé absorta con todo eso, la gente quería desconcertarme ese día.
-(tn) ¿Vamos al parque?- me pedía la niña, por un lado era un rato en que el podría estar alejada de mi madre preguntona y por otro, ahora yo era la que necesitaba una respuesta, Joe me había dejado con la curiosidad y tenía que saberlo, eso era algo que teníamos yo y mi madre en común.
-Por favor- imploraba, y bueno con esa carita de perrito quien podía decir que no, al menos yo no resistía esa expresión.
-Esta bien- me puse de nuevo a mi altura y la tomé de la mano.
-Joe, ¿no vienes?- le preguntó la niña, eso si que era imprevisto.
-Esta bien- sonrió, pero su sonrisita me dio mala espina.
Comenzamos a caminar y en el transcurso.
-Vamonos- se acercó a mí y con su brazo rodeó mis hombros.
-Suéltame- dije entre dientes fingiendo una sonrisa, pues Penny nos observaba.
Me ignoró por completo, y me estrechó aún mas, yo solo me ponía rígida tratando de salir de su brazo.
-Hacen una bonita pareja- opinó Penny, ¿ella también me haría la vida imposible?, primero mi madre, luego ese encimoso, y ahora ella, ¿Quién seguía? Para ellos era un chiste verme enojar ¿O qué? ¿Era su payaso?
-Si verdad- respondió Joe ante el comentario de la niña, una mirada fulminante penetro a la suya, ese era un juego en que yo no iba a caer, es mas, el no tenía ni el mas mínimo conocimiento de la que parloteaba su fastidiante lengua, yo sabía perfectamente como eran los de su clase, el típico Casanova que compite con otros para saber cual es el que enamoraba a mas chicas tontas que solamente se dejaban llevar por un sentimiento falso e inexistente que inyectaba el participante de aquel Record Guiness al —Mejor Conquistador—Salí de su brazo bruscamente e incluso Penny me miraba extraño, pero yo no podía fingir delante de las personas aunque su edad fuera estrecha.
En milésimas de segundo el parque ya estaba frente a nosotros Penny aceleraba su paso con emoción a la resbaladilla, yo por infortunio tuve que quedarme al lado de Joe, lo miré de reojo para notar su acción, estaba algo así como peleando con su mente, sus expresiones y ademanes me hacía pensar —Esta loco— bueno pero ¿que tenía el de normal?...-
----------------------------------------------------------------------------------
Aqui el primer Capitulo, les prometí dos les pongo el primero y alrato el otro, es que todavía me falta escribirlo, otra cosa voten por mi metro en: http://www.metroflog.com/------Faamousz-Diszneii-/ 1O Joe Jonas
y tambien por mi nove en:

viernes, 17 de abril de 2009

Perdon!

Perdon!
No tuve tiempo de subir la nove por que vino mi tia y no me dejo hacer nada!
Les prometo que mañana les subo 2 caps!
Ah! y no olviden votar por la nove en: http://www.metroflog.com/OnlyJbrothers-/ (4 VECES) NO. 1O

VOTA POR LA NOVE!


DA CLICK EN LOS LINK DE ARRIBA Y TE LLEVARAN A LA PAGINA!
VOTAME! ^^
PD. GRACIAS SAUL POR LA IMAGEN!




jueves, 16 de abril de 2009

••Capitulo 25••


Mis suplicas al cielo no habían sido en vano, alguien tocaba la puerta, un ángel venía a mi salvación para sacarme de la incómoda platica que se produciría con mi madre, enseguida salí disparada como un rayo hacia la puerta, pero al abrirla me quede pasmada y era mejor retirar lo de —Ángel—
-¡¿Qué haces aquí?!- dije no sin antes tomar aliento ya que después de la impresión mis pulmones dejaron de transformar el bióxido de carbono para dar oxigeno en ellos.
-Pues...- su matiz de voz era alto, definitivamente si mi madre lo vería comenzaría a alardear.
-Baja la voz- mascullé pero no me entendió.
-¿Qué?!- gritó, ya podía escuchar como los pasos de mi madre se aproximaban, cerré los ojos y di pequeños saltitos sacudiendo mis manos con la esperanza que así se me ocurriera algo.-Ven- empujé a Joe hacia atrás -¡Mamá voy a salir!- anuncié sin siquiera esperar su permiso un "Que te valla bien hija" o "No llegues tarde", lo tomé de la mano y lo jaloné llevándolo lejos de mi casa y de la vista de mi intrigosa madre.
-Oye, me gusta que me agarres de la mano- confesó Joe en un tono burlón y observando como aún lo tomaba, velozmente lo solté, su comentario me puso febril.
-¿Como viniste aquí?... ¿Quien te dijo donde vivía?... ¿Qué quieres?- cada pregunta interrumpía a la otra sin esperar una contestación después de ellas, la exaltación, sorpresa, nerviosismo, cólera me provocaban hablar rápido y sin pausas.
-En mi auto, Penny y vengo por una respuesta- tenía buena memoria debía admitir, a mi se me hubiera relegado todo en un santiamén -Bueno en realidad vengo por dos- añadió.
¿Respuestas? yo no tenía nada que responderle.
-¿Bueno y cuales son?- pregunté insípida.
-La primera y mas reciente... ¿Por qué tanto misterio cuando llegué a tu casa?-
-¡Ah! cosas mías, no te preocupes- ¡tenía que contarle mi vida! ¿Era algún tipo de paparazzi?-Ash... esta bien... y la otra es sobre ayer- ¡se me olvidaba! eso no se quedaría así, algo estaba pendiente en mi registro.
-¡Auch!... ¡oye!... ¡Calmate!- decía seguidamente de cada golpe que le daba en el pecho.
-¡Eso fue por lo de ayer!- eso no fue nada comparado a lo que podía llegar, si el día previo hubiera estado en mis 5 sentidos lo hubiera matado, pero tuvo suerte pues el coraje ya se me había pasado un poco.
-¿Por lo del beso?- sonrió.
-Si, por eso- cruce los brazos y dirigí mi cabeza a otro lado mirando un punto fijo.
-¿De que te quejas?... si te encanto- eso me hizo salir de la concentración que tenía mirando al cielo con tanta atención, ¿Que?! ¡Me encanto! ¡Estaba loco! si me había dejado llevar era por la rememoración de una persona completamente diferente a el, solo que el no lo podía saber, mi cambio estaba en marcha pero no era para contarle al primer imbécil que me encontrara en la calle, gritarlo a los cuatro vientos, o publicarlo en el periódico.
-Oh! ¡Si claro!- dije irónica, alzando los brazos al suelo para dejarlos caer de nuevo.-De eso quería hablarte, es que a mi... si... ya sabes... si... si... me... g...

martes, 14 de abril de 2009

••Capitulo 24••

-Ya, veras que todo estará bien- calmaba a mi ser y a mis pensamientos de un modo amoroso, mi tranquilidad era para ella lo mas enjundioso, en los años de su vida que había estado conmigo, aguantando cada perecer mío no hubo ningún día en el que no estuviera ahí, sufriendo a mi lado, su trabajo nunca fue un impedimento para no estar ahí, dejaba todo a su alrededor, todo era mínimo en comparación con el afecto maternal que me daba, ese que rompe barreras, el que es mas fuerte que toda la gente del planeta entero, el invencible, el inmune a todo lo que se le presenta, el que lucha, ese era el verdadero amor.
Me senté sobre la cama entrecruzando mis piernas, la espalda encorvada, los dedos entrelazados y la cabeza baja, el cabello tapaba mis ojos y cara. Mi madre tomó de mi mentón con su mano derecha, buscando mi mirada perdida, corrió algunos mechones de mi cara y sonrió. -No dejes que esto sea mas fuerte que tu- sugirió, pero era tan exacta en sus palabras, sus frases tan motivadoras y llenas enseñanza, tan claras y puras como el agua.
Una y otra vez eran repetidas de su boca, nunca les había tomado un sentido, entraban y salían de mis oídos sin ponerlas en practica, —esa sería la última vez que me lo diría— pensé, ya era tiempo de dejar el pasado atrás y mirar hacia enfrente, hacia mi presente y mi futuro, no podía ser presa de un recuerdo, quizá no se borraría de mi mente, ya que siempre estaría grabado, lo que quería es que perdiera fuerza, que no me mandara, conseguir la aptitud y el poder valerme por mi misma, que no me controlara. -Verás que saldré adelante- levanté mi cara con orgullo, mi labor por lograr mi libertad comenzaría, ni un minuto mas, ni un minuto menos, proponérmelo estaba en mi lista, para el éxito eso era lo mas cordial la proposición. Los rayos del sol ya golpeaban las ventanas, el clima era perfecto para mi cambio, los obstáculos se presentarían pero no serían un problema para estropear mi decisión. Mi madre dibujaba felicidad, por primera vez me veía con la disposición, y no la defraudaría, la fortaleza era no lo no carecería. Ya más tarde bajé de mi alcoba, ya me había dado una ducha y cambiado la ropa, ya que ayer había dormido sin mi pijama, o sea con la misma ropa del día anterior, ahí estaba ella preparando un desayuno con un aroma exquisito que excitaba mi apetito. -Come esto, te hará recobrar las energías, de seguro ayer no comiste nada, ¿Verdad?- alzó una ceja, también era adivina, ¿Como supo que ayer no había consumido nada? con ella las mentiras eran inútiles, pues aunque yo no dijera que era una mentira una risita tonta siempre de delataba, su mirada tenía algo que te hacía hablar, si hubiera sido un juez les aseguro que no habría inocentes ni culpables todos se recriminarían por si mismos sin necesidad de una tortura.
Como dije, —Mi risita tonta— fue mi respuesta a su pregunta. La comida entraba y entraba por mi boca, mi hambre era infinita, dijo que tenía que recobrar fuerzas pero no peso. -Oye (tn)- dudaba si decirme o no algo, lo supe por su expresión. -Si, dime- respondí y seguí comiendo, arrastró una silla y se sentó frente mío. -¿Como fue que recordaste... eso... tu sabes?- ella tenía miedo de que volviera a alterarme, pero no había que temer, si quería cumplir mi objetivo, tenía que afrontar las cosas. En mi mente volvió la imagen de la persona que provocó, en sí, mi ataque, el coraje volvía, con todo eso que paso se me olvidó que sería hombre muerto el lunes. -¡Ay! ¡Pues el idiota de Joe que me beso!- ¿Qué dije? —Trágame tierra— pedía a suplicas, lo dije frente a mi madre, ahora su interrogatorio, burlas, risas y todo lo demás que incluyera a mi y un muchacho. -¿Quien es Joe?- su estúpida sonrisita, sus codos sobre la mesa sosteniendo a su cabeza.
¡¿Qué respondería?! ¡YO Y MI BOCOTA! deseaba que me arrancaran las cuerdas vocales, sabia que no se quedaría toda la vida en paz sin saber una respuesta... -Ah...-

lunes, 13 de abril de 2009

••Capitulo 23••

-¿Jonathan?- mis ojos tenían una nube negra que no dejaban encontrar la luz, paulatinamente iban distinguiendo un tanto turbio, todo el cuerpo me dolía, estaba desvalido, mi vista estaba a la normalidad pero aún no apreciaba la luz, ya que el velo de la noche forraba al ambiente.
Todo el cuerpo me dolía estaba en una posición incómoda, junto a mi cabeza sentía una herida, la toqué con mis dedos y un líquido se adhirió a ellos, los llevé a mi vista, era sangre.
-¿Jonathan?- instaba, ¿Donde estaba el? ¿Qué hacia yo ahí?
Moví mi cabeza para divisar algo, y fue ahí cuando vi el panorama más doloroso y desgarrador, Jonathan estaba dormido, su cara mostraba varias cicatrices, en ese momento mis fuerzas eran lo de menos, me acerqué a él -¡Jonathan! ¡JONATHAN RESPONDE!- meneaba su cabeza con mis manos, tratando de hacer que despertara, mis lágrimas corrían continuamente, una detrás de otra, caían sobre su rostro -¡Jonathan por favor, NO ME DEJES!- mis lamentos no eran suficientes para hacerlo abrir sus párpados.
Puse mí oído sobre su pecho con el fin de escuchar los latidos de su corazón, estos eran lentos, y a medida que continuaban estos se desvanecían.
-¿(tn)?- preguntó mi nombre con una voz quebradiza.
-Jonathan- me alteró el verlo pronunciar esas palabras.
-(tn) yo...-
-No hables- puse mi dedo índice sobre sus labios. -No desgastes tus energías- aconsejé, acariciaba su rostro de una forma dulce.
-Es que... No se si.... Pueda decírtelo... De... Nuevo- su hablar era entrecortado ¿Acaso eso era un adiós? ¿Como podía pensar de esa manera? Estaba dejando de luchar por su vida, se daba por vencido.
-No Jonathan, tu no te vas a ir... no me vas a dejar sola- un nudo se formaba en mi garganta que ya era bastante difícil recitar un vocablo.
-(tn) te... a... amo...- el aliento poco a poco escaseaba, sus ojos se cerraban.
-¡NO! ¡JONATHAN RESISTE!- tomé de su muñeca, sus signos vitales se agotaban hasta que llegó un momento en que dejaron de dar función, su mano se dejó caer y sus párpados se juntaron...
-NO, NO TE VALLAS, QUEDATE CONMIGO, JONATHAN!-
-Hija, ¡despierta!- sentí como mis brazos y piernas se movían violentamente por el colchón, y mi cabeza se ladeaba de un lado a otro, provocando que mi cabello se despeinara. -¡(tn)! ¡Despierta!- unas cálidas manos trataban de impedir la batalla que tenía mi cuerpo con una pesadilla, a la cual quería salir para despojarse del suceso recordado mediante sueños.
-¡Mamá!- satisfactoriamente arranqué mi cabeza de tal tormento, y me balance a mi madre abrazándola entre mis brazos, ese era la única acción que me hacía calmarme después de cada sueño parecido, pues nunca eran iguales, ahora había sido mas prolongado, pero volver a sentir sus labios, abrazarlo, acariciarlo, verlo, sentirlo, aunque hubiera sido por fantasía era alucinante, extrañaba eso.
El fluido salado brotaba de nueva cuenta empapando la chaqueta de mi madre, a ella no le concernía, siempre estaba para mi y mis complejos...

domingo, 12 de abril de 2009

••Capitulo 22••

Me acerqué mas para ver de quien se trataba, se escondía como si me tuviera miedo.-Ven, no te haré daño- mi voz fue en un tono dulce.
Su aparición vaga hacía asistencia, sus rasgos faciales no se veían, extendí mi mano con sosiego, y una sonrisa centelleante, una presión hubo sobre ella, de parte de la misteriosa silueta, en eso su cuerpo tomaba color iniciando desde la punta de sus pies, pasando por sus piernas, torso, su cara se iluminaba con lentitud, finalizó la coloración para dar paso a su imagen frente a mis pupilas, su sonrisa blanca y de dientes alineados, su nariz afilada, su tez amarillenta, su cabello ligeramente ondulado, negro como la manta que cubría al planeta en la noche y para terminar sus ojos azules como el cielo mismo.
La yema de sus dedos acariciaba grácilmente mi rostro, deslizándolos por mis labios, su mirada era triste, por mas que su sonrisa reflejara una infinita alegría, no podía engañar que sus ojos figuraban abatimiento, aflicción, desconsuelo, desolación, pena, nostalgia, pesar, melancolía, consternación, añoranza, y mas prominente era esta última, necesitaba consuelo, mis brazos rodearon su cuello, los de el mi cintura, las miradas eran una conexión a un sentimiento perdido y renaciente en nuestros corazones, nuestros labios no podían estar ni un segundo mas separados después de tanto tiempo, deseaban volverse a unir para formar uno solo, no tardaron mucho tiempo para estar aislados, realizaban su movimiento como recompensando los no dados mutuamente.
El paisaje se transformaba, separé mis labios de los de él, estaba en un lugar completamente diferente, mi exaltación me hacía mirar a mi alrededor para darme cuenta de que estaba sobre un auto, el manejaba, su vista estaba fija al frente.
-¿Te pasa algo?- preguntó extrañado por mi reacción.
-No, solo...- agité mi cabeza para acomodar mis ideas -Olvídalo- dije con una sonrisa.
-Esta bien, a veces pienso que estas...- rió haciendo una pausa.
-¡Dilo!- ¿Qué es lo que ocultaba? ¿Por qué siempre dejaba la conversación a medias?-Loca- fruncí mis cejas.
-Bueno loca o no me quieres ¿no?- eso mas que una pregunta fue una afirmación.
-No te quiero- dijo sin apartar la vista de la carretera.
-¿Como?!- ¿Que escucharon mis oídos? ¿Eso era inaudito, siempre tenía un te quiero, por qué ahora me decía eso? ¡Eso era abstruso!
-Tranquila- se estaba burlando de mí, quería que me tranquilizara cuando me dice tal confesión, estaba demente, jugaba con mis sentimientos de una manera tan vil. -No te quiero, te AMO- ¡casi me daba el infarto y el bromeaba!
-¡Eres un tarado!- le di un manotazo en la espalda.
-Jajaja- reía como tonto, disfrutaba hacerme enojar.
-Y tu una histérica- ¡ah! ya era juego ¡eh! -¿Sabes?... lo peor es que así te tendré que aguantar cuando nos casemos- ¿Casarnos? ¿Hablaba enserio?
-Tu y tu estúpida idea... tengo solo ¡15 años! y tu ¡17! ¿Como puedes pensar eso?- trataba hacerlo recapacitar, en varias ocasiones me ha salido con el mismo cuento, yo era muy chica como para casarme, si había hablado con el de hijos, pero jugando, ¡no era para que lo tomara como un hecho!
-Bueno, cuando tengas 19 nos casaremos- ¡necio! eso era, tan terco como una mula.
-¿Y porqué a los 19?- pregunté.
-Si, se puede a los 18, pero digamos que para que no estés ni muy grande ni muy chica- solo puse los ojos en blanco, sus ocurrimientos no eran muy elocuentes.
-¿Y que me dices de nuestro primer hijo?- ¡ahora con eso! estaba colmando mi paciencia, como creía que una chica de 15 años pensara en su futuro.
-¡Ya Jonathan!- le reclamé.
-¡Ay! ¡No seas aguafiestas!- ¿Yo era la aburrida, la amargada? Tal vez, pero no era una lunática.
-Haber, dime ¿Como dijiste que le ibas a poner?- solo me crucé de brazos e hice un puchero semejante al de un pequeño.
-¿Jonathan Junior? ¿Jonny?-
-¡Adam!- ¡Oh no! logró su objetivo, hacerme entrar en su juego, pero estaba poniéndole un nombre muy feo al bebe inexistente.
-Si... Adam- dijo indiferente. -Aún no entiendo porque te gusta ese nombre- ¿Eran celos?
-Yo tampoco lo se... solo me gusta, es lindo ese nombre-
-Si verdad, igual que el dueño- dijo sarcástico, esos definitivamente eran celos.
-¡Ya, no seas payaso!, sabes que solo tengo ojos para ti- aseguré.
-Okay, hablando de eso, ¿Ya leíste el libro que te di anoche?- su mirada seguía fija al oscuro camino.
-No, pero que tiene que ver con "Hablando de eso"- me estaba confundiendo, ¿Que relación tenía un simple libro con nuestra platica futurista?
-No se, tal vez encuentres algo-
-¿Algo como qué?-
-Pues...-
-¡CUIDADO!- gríté al ver como una luz se acercaba frente al camino, un impacto violento me hizo perder la facultad de la razón...










sábado, 11 de abril de 2009

••Capitulo 21••

El ruido de un auto despertó mis sentidos, mis mejillas percibían un camino salado pero ya seco que dejó el líquido procedente de mis ojos, me intenté parar pero mis músculos estaban cansados, requería recargarme sobre algo, ya que mi vigor físico era en una cantidad muy pequeña, agarré la manija de la puerta, no podía ni conmigo, todo mi peso recaía en mis brazos y piernas, estaban tan frágiles, que parecían sorbetes que en cualquier momento se doblarían tirándome al piso.
Una llave se introducía en la cerradura de la puerta hasta que se abrió, la persona detrás de ella la empujaba ya que yo seguía recargada en ella, me moví un poco para que la persona lograra abrir un espacio por el cual alcanzara entrar, y así fue.
Un silueta se distinguía entre la plena oscuridad de la casa.
-¡Hija! ¿Qué tienes?- se acercó rápidamente a mi al notar mi condición.
De inmediato mis lágrimas salían, ella era la única persona que sabía la razón de mis comportamientos.
-Otra vez- enuncié entre mi respiración entrecortada y profunda, mi madre solo me miró con compasión y me estrechó entre sus brazos.
-No me digas que...-
-Si, otra vez su recuerdo- pues como ven esos ataques ya se habían presentado varias veces y ese fue la vez que después de muchos meses regresaba.
-Mi vida- ella acariciaba mi cabello y espalda, sabía que esa no era una simple impresión de el suceso pasado, era un trauma que pensaba ya no existía pero era de nuevo constante en mi memoria, algo que no lograba superar, no era imposible pero no conocía la manera de borrarlo, y en ese tiempo no saben cuanto hubiera dado por tener la cura de esa herida que sangraba en mares.
Recordarlo a el no era malo, el siempre tendría un lugar en mi corazón como ahora, en tiempo presente, no obstante lo que perjudicaba a mi ser era el hecho de que la culpa me destrozaba tanto, que no olvidaba la noche en la que traté de cometer el error que podría haber sido el mas grande de toda mi vida, que si no hubiera sido por el individuo que me salvó yo no estaría pisando esta tierra.
Y hablando de él, una sensación nacía y me decía a gritos que lo tenía mas cerca de lo que pensaba, pero mi ceguedad me bloqueaba reconocerlo, una venda tapaba mi vista.
-Hija, ¿te sientes mejor?- tomó de mis hombros y me separó de ella.
-Si- afirmé, con sus dedos pulgares limpiaba las gotas que dejaban un trayecto indefinido en mi rostro.
-Ven, vamos a dormir- sonrió, procuraba ocultar su angustia pero se notaba, creo que eso era lo mas normal que tenía mi madre, su talante era distinto, no cualquier madre veía la vida igual que una joven de 18 años, era mi amiga su papel como eso era bastante bueno, ¿actuaba bien o así era? no lo sabía pero mis quejas no concordaban, que hija no quisiera tener una medre así, y ahora me daba cuenta que era la mejor.
-Recuéstate- ordenaba en una forma dulce mientras que acomodaba mi cama, como si no fuera yo capaz de valerme por mi misma, me subordinaba.
Cumplí su voluntad y me arropó con las sábanas, toda la noche estuvo velando mis sueños, no durmió por solo ver que mi mundo de ilusiones se viera afectado por mi mente.
Desgraciadamente eso no fue suficiente por eludir la ensoñación que se formaba en mi subconsciente... Caminaba por el sendero de un bosque lleno de flores cada una de un color diferente, su aroma era agradable, se impregnaba en el vestido blanco como la nieve que llevaba puesto, el viento resoplaba volando mi cabello, las nubes eran esponjosas, el sol brillaba singularmente brindando un calor acogedor, los árboles estaban llenos de florecillas de color morado, eran jacarandas, transitaba por un caminito de piedras que llevaba a tales árboles, las plantitas se despendían de ellos, semejantes a una llovizna, adornaban mi pelo de una forma original, mi mirada recorrió todo a su alrededor, una sombra se asomó desde un tronco...





viernes, 10 de abril de 2009

••Capitulo 2O••

Giró su cabeza a propósito cambiando el beso de posición y rápidamente tomó de mi cabeza con su mano bruscamente para evitar que yo me alejara, mis ojos parpadeaban escépticos hasta que se cerraban, era fantástico ver que mis pensamientos me decían: ¿Qué es lo que haces? ¡Responde! ¡Es tan asqueroso! pero sin embargo yo no hacia nada por quitármelo de encima, por un momento pensé que yo misma de dejaba llevar porque me gustaba tal juego, pero esta percepción no era así, un pasado que no regresaría a mi época pero si a mi mente volvía pues me hacían creer que la persona que besaba mis labios era la idéntica a la que se había ido hace tres años, Jonathan.
Mis ojos cerrados solo veían una oscuridad pero después desplegaban millones de proyecciones de su imagen, pero solo espejismos, alucinaciones producto de mi cerebro, cada vez era mas incrédulo lo que esto me hacía imaginar, así que con dificultad abrí mis ojos que descubrieron que eso si fue un sueño, una ilusión óptica.
-¡Suéltame!- me libré con fuerza, mi respiración era profunda, un sentimiento ya presentado con anterioridad retornaba pero esta vez mas intenso, poderoso me comprimía las entrañas y el corazón, un hoyo negro se formaba. -¡Vete!- grité, no deseaba que Joseph ni mucho menos Frankie presenciaran mi escena, pues a medida que avanzaba esta se agravaba.
-Perdón (tn) yo...- era una disculpa sincera, pero ese dolor era mas fuerte que nada, me poseía, y por eso no podía comportarme amablemente, era ingrata.
-Solo vete- ya mis ojos transfiguraban cristalinos.
-Déjame sola- mi cabeza estaba baja, mis lágrimas no tardarían en ser parte de mi rostro.
-Buenas noches- entonó desilusionado, el motor del auto se encendió, arrancó y yo me quedé ahí parada con una pena invencible.
Una cabecita se asomó desde una ventana, era Penny, quien me observaba con confusión, esbocé una sonrisa y agité mi mano, para no provocar la preocupación de la niña, ella hizo lo mismo, caminé por la acera me abrazaba, mis lágrimas recorrían mis mejillas, entré a mi casa y cerré la puerta, mi cuerpo se apoyó en ella y poco a poco se deslizaba hasta caer sentado en el suelo, mis sollozos se escuchaban por toda la casa.
Una jaqueca espantosa me consumía, mis recuerdos eran la causa del doloroso padecimiento, tomaba mi cabeza con la esperanza que desapareciera pero al revés, crecía mas, ya no podía mas, mi vista se nublaba, el conocimiento se perdía, necesitaba de ayuda...

miércoles, 8 de abril de 2009

••Capitulo 19••

Ya podía sentir sus labios haciendo fricción con los míos, pero... se separo de mi un poco ¿Qué no entendía que una vez provocando mi deseo tenía que cumplir? Estaba poniéndome a prueba.
-¿Te demuestro lo que siento?- susurraba, el besarla era ya una necesidad ¿Qué tenía ella que despertaba un anhelo vehemente por tener sus labios unidos a los míos? y claro realizando su acción.
-Claro- la aferré más a mí de la cintura.
-Esta bien, solo cierra tus ojos...- musitaba a un nivel que seducía mi ser, mis oídos escuchaban y yo obedecía como si estuviera hipnotizado, mis párpados se cerraban por inercia propia -Y siente...- dicen que siempre esperes lo inesperado...

(Tn)•--
¡Aaaaaay!- si creía que iba a ser tan fácil poder conmigo, estaba ERRÓNEO.
Le pegué en los bajos, en otra palabras donde mas le duele al sexo masculino, por eso su quejido tan ahogado -¡¿Qué te pasa?!- clamaba sobando su... ya saben, mi risa quería salir a la luz pero debía mantener la compostura.
-Tu dijiste que te demostrara lo que sentía ¿no?-
-Si, pero...- lo interrumpí.
-Pensaste que sentía... algo ¿por ti?- el se quedó callado, el que calla otorga. -Eso te enseñara a no jugar así conmigo- mi dicción fue firme.
-¡Gracias a ti no tendré descendencia!- ¡Este y sus ocurrencias! ¡Que exagerado!
-Gracias me debería dar el mundo... ¡Ja! ¡Más como tú! ¡Un horror! ¡Un desastre!- ¿Eso fue ironía? mas bien fue serio, imagínense, ¡más como el!
-Eres una salvaje- me ofendió.
-¿Quieres otro golpe verdad?- amenacé, el solo me fulminaba con la mirada, me comería viva, pero en su estado, lo dudo.
Se me olvidaba que seguían ahí un par de mirones, su cabecita ha de estar llena de preguntas.
Me acerqué a ellos y chasqué los dedos frente a sus caritas, pues sus miradas estaban abiertas como dos platos, no parpadeaban.
-Niños, la función se terminó, tu Frankie ve a casa con...- hice una pausa y llevé mi mirada a donde estaba aquel... -Tu hermano- volví mi cabeza al frente -Y tu Penny entra a tu casa- ordenaba como mi madre lo hubiera hecho, quien lo habría dicho, eran buenas maestras, pero creía que no me irían mal unas cuantas lecciones mas sobre "Como ordenar a los niños y que obedezcan sin caprichos" pues no me entendieron, y yo que decía que era como quitarle un dulce a un niño, o seducir a Joseph.
-Pero (tn), Joe no puede ni moverse- apuntó su dedito a su hermano quien aún agonizaba y tirado en el césped.
Puse los ojos en blanco y me dirigí a Joseph.
-Tu hermano espera-
-Ayúdame ¿No?- su expresión dejaba ver que si le dolía ¿Y si de verdad le di muy duro? esta pregunta se formaba en mi mente, era ¿Preocupación? ¿Culpa?
Me arrodillé, tomé su brazo y lo pasé por mis hombros para ayudarlo a ponerse de pie, comenzamos a caminar y tuve que llevarlo hasta el auto, ¡Abrirle la puerta! ¡Auxiliarlo a sentarse! ¡Cerrar la puerta de su auto! ¿Por quien me tomaba? ¡Por su sirvienta!
Frankie también subió no sin antes despedirse.
-Adiós (tn)- me abrazó y yo le di un beso en su mejilla, y se introdujo en el auto.
-¡Y que hay de mi!- gritó Joe.
-Nada- recalqué mi palabra.-Mira que si me muero levantaré una denuncia contra ti ¡Eh!- fruncí el ceño -Por favor- ¡Maldita culpa! La venganza era dulce pero mala, ¡Tenía sus consecuencias!
Rodeé el auto, bajó la ventanilla y puso su mejilla, perfecta para darle una buena bofetada, pero hay que calmarse, ser pacífica, agaché mi cabeza para depositar el beso en su repugnante cachete...





martes, 7 de abril de 2009

••Capitulo 18••

La niña tomó de mi mano ¡Y a la fuerza!... no... No es cierto, yo solo me dejaba llevar, pasamos por el jardín, hasta el patio trasero, pronto vi a una chica de espalda, hablaba con Frankie... No estaba nada mal, llevaba puesto un short que dejaba ver ¡Unas piernas! y una blusa tan ajustada al cuerpo que... ¡Wow! ni como explicarlo, hasta nervios me daba acercarme.
-¡Anda!- apresuraba Penny, la timidez no era algo mío, pero ahora no se porque se apoderaba de mi, ¿Qué le diría? mi lengua había sido comida por el gato, mi garganta tenía un nudo del tamaño de un balón de soccer, mis cuerdas vocales no interactuaban entre sí para despedir una conversación, una frase, una palabra, una letra, ni siquiera un chillido. -¡Ya! insistía la chiquilla, pero ya no era solo mi voz la que no reaccionaba, también mis pies encaprichados en no ayudarme a presentarme con una joven, estaban clavados al suelo, la seguridad se había ¡Esfumado, desvanecido, evaporado!
Mis pensamientos se empeñaban en hacerme recapacitar, la decisión era lo mas importante, lo que me faltaba para ir ahí y pararme enfrente de ella y... después no se, pero tenía que agarrar fuerzas, sentía como volvían a mi, suspiré, mis piernas se movían dando un pasos decisivos y llenos de osadía.
Afinaba mi voz en el transcurso, pronto fueron diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos y un metro de distancia de ella. -Hola- dicho esto ella se dio la vuelta repentinamente -¡¿(tn)?!- su expresión era como si hubiera visto un fantasma o como se queda una nena al ver a un Jonas.
Ella se había quedado estupefacta -¿Así que tu eras la amiguita que quería conocerme?- pregunté, ella solo hizo una cara de ¿Qué?
-¿Conocerte?- manifestó extrañada.
-Sí- sonreí al mismo tiempo en que recorrí con mi mirada todo su cuerpo, solo estaba inspeccionando.
-¡¿Que tanto me ves?!- reclamó agresiva. -¿Quien te dijo semejante barbaridad?- ponía sus manos sobre sus caderas.
Yo me limité a dirigir mis pupilas para dar mi respuesta hacía ambos niños, los cuales nos observaban con suma atención como si vieran una película interesante para ellos, solo les faltaban las palomitas.
-¿Y tu te crees todo?... además ¿Para que querría "Conocerte" si por desgracia ya te conozco?- sus argumentos tenían mucha lógica, solo el que quedaba aquí como tonto, era yo.
-Mmm... Pero podrías conocerme mas- me acercaba sigilosamente a ella, no podía negar que algo me atraía, no obstante era desconocida la razón de la atracción.
-No... No... No te molestes, a... así esta bien- ¿Balbuceaba? ¿Será ese su punto débil? Hay que averiguar ¿no?
-¿Estas nerviosa?- arqueé una ceja unida de una sonrisa burlesca.
-¡No!- sostenía segura, pero, talvez actuaba bien.
-¿Segura?- la tomé de la cintura.
-¡Si!... ¡Ahora suéltame!- trataba de safarse, era tan cómico ese momento, jamás la había visto tan nerviosa.
-¡Oye! por si no recuerdas tu hermano y Penny nos están viendo- ¿Creía que con eso me haría desistir? ¡Para nada!
-Déjalos, son niños, luego aprenderán- dije calmado ella se quedó boquiabierta.
-¿Sabes que?- enredó con sus brazos mi cuello, mordía su labio inferior, eso me dejaba sorprendido, ¿Por qué su cambio de actitud tan brusco?
-¿Qué?- sonreí.
-Tienes razón... hay que hacer lo nuestro- dijo con una voz seductora, se acercaba cada vez mas a mi, nuestros labios estaban a milésimas de separación...


lunes, 6 de abril de 2009

••Capitulo 17••

-Si- afirmó Frankie, pero por su locución no estaba muy contento de que viniera, ¡Que clase de tipo ha de ser! me imaginaba que al hermano que se la pasa haciendo enojar a su hermanito menor y que disfruta verlo llorar y renegar.
-¡Si! ¡Es tan guapo!- agregó Penny, ella si mostraba gusto por verlo, bueno y por ser mas "Guapo" que fuera no le daba derecho de tratar así a su hermanito.
No quería encontrarme a tal monstruo, aunque no debía juzgar de esa manera a una persona que no conocía, pero mi intuición trabajaba a una velocidad imparable.
-¡Eso no es todo, tiene tres!- añadió la niña, eran tres hermanos que por lo que se veía a Penny le encantaban.
Mientras Penny navegaba en un mundo de fantasías y sueños noté como su carita se iluminaba con una idea, su sonrisita pícara lo decía todo, una de sus travesuras principiaría.
-¡Frankie!- exclamó, su idea ya estaba completa, solo necesitaba entrar en vigor, se acercó al oído del niño, solo se escuchaban murmuros que no entendía por más que se agudizara mi sentido corporal que permitía percibir los sonidos, necesitaría ser un murciélago para descubrir su bosquejo.
-Si- contestaba Frankie después de cada cuchicheo de Penny.
Me cansé de hacer mal tercio viendo como planeaban algo que me involucraba, sino ¿Por qué tanto misterio? -Haber, ustedes, que traman- me puse en cuclillas a un costado de los dos enarqueando una ceja.
-Nada- respondieron en coro, pero no me convencía su «Nada» mas bien era sinónimos de "Una travesura" no era fácil para unos niños conseguir persuadirme, muy raras veces me dejaba llevar por las apariencias.
-Conmigo no juegan, díganme que malvada intención se crea en sus cabecitas- advertí en idioma niño, o sea sin ofender a nadie, una advertencia inocua.
En ese instante fueron salvados por la bocina de un carro.
-¡Llegó! ¡Es él!- rápidamente partió Penny hacia la puerta, eso ya me olía mal.
-Hola Penny- « ¡No puede ser! ¡Esa voz! no... No puede ser él» me lamentaba en mi fuero interior pues no esperaba a esa persona. -¿Donde esta ese demonio que se hace llamar tu amigo?- estaba insultando a Frankie, yo estaba en shock así que no pude defenderlo, quien iba a decir que el mundo era tan pequeño.
-Joseph- formulé entre dientes sin que Frankie me oyera, como había dicho ¡El destino me odiaba! ¿Por qué ese día en especial? ¡La tranquilidad no me alcanzaba!

Joe•--
Llegué a la casa y presioné el claxon del auto para que Frankie saliera, no quería tomarme la molestia de entrar por el, pero a ese niño no le bastaba el tiempo, no salió, así que tuve que entrar por el.
Bajé del auto y cuando levanté mi mano hecha puño para tocar la puerta, esta se abrió antes de que la golpeara, parecía que me esperaban.
-Hola Penny- saludé a la niña de baja estatura quien me recibió con una enorme sonrisa. -¿Donde esta ese demonio que se hace llamar tu amigo?- asomé mi cabeza por dentro de la casa buscándolo con la mirada.
-Está adentro con...- guiñó el ojo y puso su mano en forma vertical a un lado de su boca -Una amiga- bajó su voz.
-¡Oh!- dije insípido.
-Es muy bonita- anexó.
-Penny ¿Cuantos años tiene?- crucé los brazos.
-Eh... creo que los mismos que tu- ¿Qué dijo? bueno admito que si se generó una especie de manía, «Bonita, de mi edad»
-Y quiere conocerte- Mmm... Me había convencido...











domingo, 5 de abril de 2009

••Capitulo 16••

Lo que creí que sería mi día fue bueno hasta que duró...
Estuve tomando el sol cómodamente pero ocurrió algo con lo que no contaba, algo de lo que pudo ser el principio de una tarde loca y que después se tornaría en algo increíble, raro y extraño...
-¡Auch!- una pelota que por la dirección que salió disparada, o sea proveniente de la casa de al lado, me había dado justo en la cabeza interrumpiendo mi serenidad.
-¡¿De quién es esto?!- me levanté furiosa de la silla con la pelota en manos « ¿Por qué ahora tenía que pasarme esto? parecía que el destino me odiaba, todo era para mal, cuando finalmente realizaba algo bien ¡Tenia que empeorarlo! »
Unos minutos después, escuché como de la puertita de la cerca procedían golpes suaves, lo raro es que cuando me acerqué a ella, desde dentro no se veía quien lo producía, sin embargo no se detenían, era como si un fantasma los emitiera, la manija de la puerta estaba a diez centímetros de distancia de mi mano, la estiraba y la alejaba, no sabía si abrirla o no, desde niña siempre tuve temor a eso, cualquier sonido ajeno a mis oídos provocaba un miedo difícil de calmar.
¡Pero por Dios! ya tenía 18 años y en pocos meses cumpliría 19, ¡Una edad en la que se supone tienes las agallas suficientes para enfrentar lo que sea!
Mi orgullo me dio el coraje para girar esa manija, miraba a mí alrededor, ¡No había absolutamente nadie!
-Aquí abajo- una tibia mano tocó mi pierna, sentí como los pelos se me ponían de punta, llevé mi mirada hacía abajo, cuando vi a alguien parado, me exalté, mi pecho dio un saltito.
-¿Podrías darme mi pelota?- dijo una voz infantil, una niña de pronunciada estatura, cabello rubio, ojos verdes muy traviesos, se notaba a simple vista su forma de ser, su tono de piel era claro, su carita dejaba ver miles de pecas y su sonrisa era contagiosa y alegre.
-¡Oh claro! respondí amablemente, el susto hizo que mi enojo desapareciera. Le entregué la pelota con una sonrisa inigualable ¿Por qué sonreía así? ¿Qué sentimiento controlaba la contorsión de mi rostro?
-¿Cómo te llamas?- preguntó deseosa de saber mi nombre. Me hinqué para estar a su nivel.
-(tn)- el volumen de mi voz era suave.
-Muchos gusto (tn) yo me llamo Penny- extendió su manita, ¡Vaya que tenía buenos modales! toda una señorita educada, yo la estreché con la misma sonrisa de hace un rato, no se borraba de mis labios, perduraba. -¡Serás mi nueva mejor amiga!- expresó con entusiasmo, en cambio en mi crecía un sentimiento nuevo, sus palabras me conmovieron, siendo que nunca que nunca había tenido una amiga, aunque solo era una pequeña de entre 7 o 8 años era la primera persona que me llamaba "amiga"
Mis ojos estaban volviéndose cristalinos, pero no por tristeza, sino por alegría, gozo, felicidad, tuve que contener mis lágrimas, no podría llorar, me vería como una loca frente a ella, mi amiguita.
-¿Quieres venir a jugar con nosotros?- ¿me estaba invitando? esa era una oferta que no podía rechazar, sería volver a la infancia que siempre deseé.
-¡Claro!... ¿Pero en donde?- pregunté alzando mis hombros.
-En mi casa, al lado de la tuya, somos vecinas- bueno vería a mi amiga mas seguido.
-Vamos entonces- me puse de pie y me quité el sombrero arrojándolo al césped, salí de mi casa, enseguida Penny me llevó de la mano hasta nuestra morada.
-¡Frankie!... ¡Tenemos una nueva amiga!- ¿otro amigo? ya eran dos en un día, algo que jamás había logrado, eso ya era mucho para mi.
De la nada salió un niño de la misma estatura de Penny, pelo castaño y ojos marrones.
-¡Hola! ¿Y tu eres?- mencionó galante, era muy chistoso que un niñito me coqueteara, tal vez era de familia.
-(tn)- sonreí.
-Es muy bonita- departió, ese tipo de halagos de parte de una criatura no me molestaban, al contrario, me hacían sonrojar.
-Bueno juguemos- adquirió Penny con algo de celos, celos de niña, tan tiernos e inocentes.

Fueron horas en las que la diversión era infinita, sin darme cuenta de la noción del tiempo, el sol ya empezaba a desprender rayos que adornaban el cielo en colores tenues como rosados, naranjas, amarillos, pues ya se escondía en el Oeste.
-¡Frankie!... ¡Llamó tu hermano, dijo que llegaba en una hora!- anunció una figura materna, la cual se percató de mi presencia.
-Hola- saludó -Tu debes ser la nueva vecina ¿Cierto?-
Me aproximé a la señora -Así es, su hija me invitó y pues creo que debo irme- me sentí incómoda, pues entré con el permiso de la hija y no de la madre, de seguro se molestó.
-No te preocupes, puedes estar aquí cuando quieras- eso me dio algo más de confianza.
-Gracias- esbocé una sonrisa.
-¡Ven (tn) juguemos antes de llegué el hermano de Frankie!- llamó Penny desde lejos, tenían tanta energía ambos niños, como si hubieran comido el total de dulces que consumirian en 1 año.
-Debe ser cansado aguantar a dos niños tan juguetones- la señora apreciaba a los chiquitos con cariño.
-No lo es, es hermosa esa etapa de la vida cuando todo en tu rutina se centra en el juego- contradije la forma de pensar de la mujer, la paciencia es una virtud, suena fácil, pero a veces no es todo como parece, y quien mas lo sabía que yo, que tenía que soportar a miles de personas que por su edad deberían ser maduras, ¡Y luego dicen que los niños son inmaduros! cuando a ellos les falta mucho mas, ¡Pero ojo!, con esto no digo que yo si sea madura.
-Tienes razón- no apartó la vista de su hija y de el amigo de su hija. -Anda con ellos- dio su asentimiento, yo emprendí unos pasos -¡Oh! lo olvidé soy Clarisse Lyon- dibujó una sonrisa agradable y reluciente.
-(tn) Jonhson- la señora con su mano me indicó que siguiera mi camino, y así lo hice, volví a donde estaban Frankie y Penny.
-¡Te tardaste!, ahora nos queda muy poco tiempo para jugar- regañaba levemente Penny.
-Perdón- hice una cara de perrito regañado, lo que causó la risa de los niños. -¿Dijiste que vendrá tu hermano?- me dirigí a Frankie, una sensación me invadió ¿Curiosidad?...

sábado, 4 de abril de 2009

••Capitulo 15••

-Hija- llamaba la voz de mi madre muy cerca de mi oído.
-Mmm...- mis cuerdas vocales se esforzaron por articular una palabra, haciendo salir solamente una consonante de un tiempo de duración, pues en ese momento mis sentidos estaban dormidos al igual que yo.
-Tengo que irme a resolver unos pendientes- musitó -(tn) ¿me oíste?- preguntó, apenas y mis tímpanos podían capturar sus palabras y transferirlas a mi cerebro para una vez ahí, procesarlas y poder decir que entendí claramente su mensaje.
-Ujum...- pronuncié dando así mi afirmación.
-Esta bien, te deje preparado el desayuno abajo- sentí como su cálida respiración se posesionó sobre mi mejilla y como después en ella unos labios hacían una presión instantánea.
Sus zapatillas al caminar se escuchaban alejarse hasta desvanecerse en el aire...

Los radiantes rayos del sol encandilaban mis párpados aún cerrados que lograban percibir la molesta iluminación excesiva sobre ellos, al principio la evadieron pero no por mucho.
Abrí un ojo, este tardó unos segundos para que pudiera divisar todo, pues veía borroso, una vez en su estado normal abrí el otro al cual le pasó lo mismo que con mi ojo anterior.
Los tallé un poco, todavía querían cerrarse para recobrar el sueño, pero yo se los impedí, estiré mis brazos, y un bostezo salió de mi boca.
Mi somnoliento cuerpo no respondía en su mayoría, mis piernas estaban entumidas, pero no eran mas fuerte que mi voluntad, me levanté, volteé a ver el reloj de mi mesa de noche, marcaba las 11:15 a.m. cuanto tiempo estuve hundida en un mundo irreal lleno de fantasías?!... no me arrepentía, gracias a las horas que corrieron pude recuperar uno de los muchos sueños perdidos.
Me dirigí al ventanal que daba al balcón en el que se podía apreciar un gran paisaje del patio trasero y a lo lejos verse millones de casas que cuando el sol daba paso a la noche, se iluminaban una a una dejando ver muchísimas luces como si fuera navidad.
En esta ocasión era un día soleado, con un ligero viento que acariciaba mi rostro.
El clima me hizo crear una idea para pasar lo que me restaba del día.
Tomé un baño que disminuyó la tensión de mis músculos y mi ánimo, salí enredando mi cuerpo en una toalla, busqué entre mi closet un short muy corto de mezclilla y una blusa de tirantes color blanca, una sandalias, una gafas y un sombrero tejido de palma, todo esto me lo puse, no sin antes cubrir de bloqueador toda mi piel.
Ahora si comenzaría mi día relajante, o eso creí, pues mi estómago producía varios sonidos, rugía y estos porque necesitaba recibir alimentos.
«De seguro mamá ya me esta preparando el desayuno» pensé, bajé, la gigantesca casona estaba vacía, ni un alma se asomaba.
-¿Donde estará mamá?- hablaba conmigo misma con la única intención de encontrar una respuesta.
«Tengo que irme a resolver unos pendientes» llegó esta frase a mi memoria, ahí recordé lo que quiso decir mi madre, como también cuando me dijo que me había dejado preparado el desayuno abajo.
Entré a la cocina y efectivamente ahí se encontraba un plato que en su contenido tenia deliciosos hotcakes, pero ya estaban fríos, ¿cuanto habían durado solitos? bueno ya no estarían solos, le harían compañía a mi estómago.
Los precalenté en el horno y los comí, ya tenía ansias de comenzar con mi día de quietud.
Finalmente acabé de comer y recoger mis trastes, ya que mamá era muy exigente en ese sentido, además de que no quería llevarme un regaño precisamente ese día para evitar no romper mi paz interior.
Salí con una sonrisa de oreja a oreja -Al fin- suspiré profundamente...

Pet


pYzam Page Pets
FreeFlashToys Page Pets