¿En qué mala pesadilla me encontraba? ¿Cuánto tiempo la pasé durmiendo?...
Se termina mi anécdota del pasado… ya no es una simple historia de mi vida, es mi presente, y mi futuro está marchando a la normalidad… no me adentro más al cruel, feliz, o difícil pasado, como lo mencioné este corrió por mi mente […] Dicen que antes de morir tu vida renace en tus recuerdos, y la traspasas en ¡Tan poco tiempo! Pero esta era una excepción, yo no estaba al borde de la muerte, por lo menos ya no, pero mi madre sí, y el cerrar los ojos, escuchar de fondo las notas suaves y pasivas de un piano y la posibilidad de abrir las puertas a la retentiva me dio la oportunidad de contar esta historia sin final… ni yo lo sé...
Es el momento de averiguar qué es lo que acaecerá, cómo concluirá mi vida, si con un final feliz o con un lúgubre desenlace…
Desplegué los párpados de par en par, pusilánime por lo que hallaría…
— ¡Mamá! ¡No sabes cuanto te he extrañado! ¡Perdóname por tratarte de tan mala forma! Me alegra tanto el que estemos juntas de nuevo […] No tengo nada que reprocharte, ¡Eres la mejor del mundo! —moldeé su pétreo rostro con la yema de mis dedos, sus facciones fueron perfectamente delineadas, y sus ojos se mantenían sellados por el pesado sueño, las noches en vela le afectaban, necesitaba de una recuperación—. ¡Estás fría! ¿Cuántas veces te he dicho que debes arroparte?... Lo sé, no eres una niña, pero debes saber cuidarte —la cubrí con la sábana hasta los hombros, no se porqué, pero me sonreía…
— ¿Sabes? Sigues igual de helada, pareciera que estás dentro de una nevera, ¡Y tu color! ¡Tu aspecto es horripilante! Tendrías que verte en el espejo para que me creas, ¡Vamos mamá! Demostremos que somos mujeres, ¡Vanidosas!
Me puse de pie de repente, me encontraba desesperada, choqué las palmas con mis muslos y blanqueé los ojos, logré captar unos golpes percutiendo la puerta, ¿Desde qué hora comenzaron a sonar? Hace un rato ese ruido se escuchaba al fondo, pero no le tomé importancia, ahora me atronaba la cabeza a tal punto de hacerla estallar.
— ¡Abre!... ¡Me preocupas!... ¡¿Qué pasa ahí dentro?!... ¡¿Estás bien?!
¿A quién le preocupo? Bueno… no escuché mi nombre, así que no me llaman a mí. Quizás se equivocaron de habitación.
Mi viré en dirección a mi madre, era linda cuando dormía, pero ahora dudaba que todas las personas roncaran, ¡Que raro! Ella no lo hacía.
Tomé de su frente para percatarme de su temperatura.
— ¡Wow mujer! Eres un cubito de hielo, ¡No puedo permitir que sigas así! —corrí hasta la puerta y la abrí, la persona que la golpeaba casi me dejaba muerta de un puñetazo—. ¡Oye! ¡Fíjate! ¡Casi me pegas! ¡Estás equivocado de habitación! Así que… vete a molestar a otra parte.
El joven me miró extrañado y las palabras se le hacían marañas dentro de la garganta.
—Haz algo productivo y ayúdame a conseguir un doctor —recomendé, si solo se quedaría observándome mejor que me auxiliara, no podía dejar sola a mi madre.
— (tn)… —tartamudeó, ¿Cómo sabía mi nombre? Yo no lo conocía— ¿Qué te pasa? ¿No te encuentras bien?
—Y ¿A ti que te importa? No nos conocemos, no seas tan confianzudo conmigo.
Se termina mi anécdota del pasado… ya no es una simple historia de mi vida, es mi presente, y mi futuro está marchando a la normalidad… no me adentro más al cruel, feliz, o difícil pasado, como lo mencioné este corrió por mi mente […] Dicen que antes de morir tu vida renace en tus recuerdos, y la traspasas en ¡Tan poco tiempo! Pero esta era una excepción, yo no estaba al borde de la muerte, por lo menos ya no, pero mi madre sí, y el cerrar los ojos, escuchar de fondo las notas suaves y pasivas de un piano y la posibilidad de abrir las puertas a la retentiva me dio la oportunidad de contar esta historia sin final… ni yo lo sé...
Es el momento de averiguar qué es lo que acaecerá, cómo concluirá mi vida, si con un final feliz o con un lúgubre desenlace…
Desplegué los párpados de par en par, pusilánime por lo que hallaría…
— ¡Mamá! ¡No sabes cuanto te he extrañado! ¡Perdóname por tratarte de tan mala forma! Me alegra tanto el que estemos juntas de nuevo […] No tengo nada que reprocharte, ¡Eres la mejor del mundo! —moldeé su pétreo rostro con la yema de mis dedos, sus facciones fueron perfectamente delineadas, y sus ojos se mantenían sellados por el pesado sueño, las noches en vela le afectaban, necesitaba de una recuperación—. ¡Estás fría! ¿Cuántas veces te he dicho que debes arroparte?... Lo sé, no eres una niña, pero debes saber cuidarte —la cubrí con la sábana hasta los hombros, no se porqué, pero me sonreía…
— ¿Sabes? Sigues igual de helada, pareciera que estás dentro de una nevera, ¡Y tu color! ¡Tu aspecto es horripilante! Tendrías que verte en el espejo para que me creas, ¡Vamos mamá! Demostremos que somos mujeres, ¡Vanidosas!
Me puse de pie de repente, me encontraba desesperada, choqué las palmas con mis muslos y blanqueé los ojos, logré captar unos golpes percutiendo la puerta, ¿Desde qué hora comenzaron a sonar? Hace un rato ese ruido se escuchaba al fondo, pero no le tomé importancia, ahora me atronaba la cabeza a tal punto de hacerla estallar.
— ¡Abre!... ¡Me preocupas!... ¡¿Qué pasa ahí dentro?!... ¡¿Estás bien?!
¿A quién le preocupo? Bueno… no escuché mi nombre, así que no me llaman a mí. Quizás se equivocaron de habitación.
Mi viré en dirección a mi madre, era linda cuando dormía, pero ahora dudaba que todas las personas roncaran, ¡Que raro! Ella no lo hacía.
Tomé de su frente para percatarme de su temperatura.
— ¡Wow mujer! Eres un cubito de hielo, ¡No puedo permitir que sigas así! —corrí hasta la puerta y la abrí, la persona que la golpeaba casi me dejaba muerta de un puñetazo—. ¡Oye! ¡Fíjate! ¡Casi me pegas! ¡Estás equivocado de habitación! Así que… vete a molestar a otra parte.
El joven me miró extrañado y las palabras se le hacían marañas dentro de la garganta.
—Haz algo productivo y ayúdame a conseguir un doctor —recomendé, si solo se quedaría observándome mejor que me auxiliara, no podía dejar sola a mi madre.
— (tn)… —tartamudeó, ¿Cómo sabía mi nombre? Yo no lo conocía— ¿Qué te pasa? ¿No te encuentras bien?
—Y ¿A ti que te importa? No nos conocemos, no seas tan confianzudo conmigo.
1 comentarios:
aaaw hermana perdida sabes me gusto que ya hayas vuelto! :D ojala y puedas hacer las cosas que tanto te gustan y seguir escribiendo asi de lindo ^^ bueno el cap me gusto solo que esta un poco raro)? no le entendi del todo bueno tengo que esperar al proximo para ver que pasa y agarrale la onda bueno me tengo que ir byyyye
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