La palabra «especial» era múltiple, y esto porque podría tomarse con muchas acepciones. ¿A qué significado verdadero concatenaba? Hace unos momentos me quejaba por la exagerada importancia que le daban a un día en el que «me volvía más vieja» grávido de atenciones, pero ahora circunvalaba por mis hirvientes venas la curiosidad de su «sorpresa especial». Conociendo a Joseph podría englobar varías posibilidades, pero no podía atinar a cual tomar con más cercana.
— ¿Especial? —pregunté con una ceja enarcada, los hombros alzados junto con las manos, cada una al lado de mi cabeza.
—Por supuesto, pero… —sonrió ladino —Será hasta la noche —explicó.
Si llevaba su última frase a un doble sentido, sacaría una conclusión con un 9O% de obviedad, aunque un 1O% era una duda que no concordaba a mi mal pensar.
—Pero… —proferí con la incertidumbre a flor de piel, solo que no completé mi posterior negación por un atropellamiento vocal.
—Tendrás toda la tarde para arreglarte y verte más bella de lo que ya eres —su cumplido me sonrojó, pues toda la familia posaba su mirada a nosotros dos —Te esperaré acá abajo y… Te daré tu regalo.
—Te he mencionado miles de veces que no es necesario algo grande —me hice del rogar, admito que fui una victima más de la intriga.
—Lo sé, pero acostumbro no obedecer a las personas —dicho esto, dejé mi papel de desinterés, y fingiéndome derrotada subí a mi habitación, no sin antes embestir a la familia con mi infinito agradecimiento.
La preparación para un buen resultado atractivo me bloqueó la memoria directo al libro, este había quedado oculto en la profundidad de mi almohada. La selección de prendas fue complicada, no era mi arte el esmero a la belleza, ni mucho menos el modismo, no tenía una guía que indicara el vestuario conveniente a la ocasión desconocida.
Opté por un vestido negro strapless sin adornos, este concordaría con cualquier evento al que me veía destinado, pero no siempre es así, tal vez me llevaría al bosque a mirar las estrellas y ahí sería errónea en mi decisión. Sin más rodeos dejé que el vestido fuera el que cayera a la suerte fuera o no fuera parte del plan de mi novio.
Encrespé mis pestañas, pinté mis párpados, delineé mis ojos, polveé mi rostro, ruboricé mis mejillas, y pinté mis labios en un tono pastel con una aplicación de brillo. Todo natural, nada que fuera en contra sobre el uso desmesurado de maquillaje.
El cabello lo dejé suelto afiligranado con un broche de brillantes. El último paso fue cuando me coloqué las zapatillas. Revisé el reloj de la pared en el que las manecillas marcaban las O7:35 p.m. las horas eran mínimas y me sorprendió que el embellecimiento fuera un asunto de tiempo y esfuerzo. No creía que fuera tan tarde, la noche apenas comenzaba, ahora solo quedaba averiguar la continuación de lo que tramaba el sujeto que se encontraba a un lado del barandal de la escalera…
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sábado, 22 de agosto de 2009
••Capitulo 9O•• (1ª parte)
Publicado por -StarsOfTheMoment- mf en 21:38
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1 comentarios:
Te comento en este capitulo ya que es el último que has publicado y quiero que leas mi comentario. Solo he leído hasta el capitulo 14 pero me esta gustando mucho la historia, seguiré leyendo en cuanto pueda. Te comento para que te pases por mi blog y opines que te parece ya que tu llevas escribiendo tanto, me gustaría tener tu opinión. Muchas gracias por esta maravillosa historia.
1BESAZO... xXx
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