-Personales- agregó, ahora si tenía que mantener presa a mi curiosidad, era inteligible que las razones “personales” eran privadas, y preferí hacer como si la lengua me la hubiera comido el gato, solo en seguir preguntando, claro, conversaciones ajenas a esas, eran recibidas.
-Bueno… comencemos… ¿Si?... muéstrame lo que hiciste- encargué, él se dirigió a una mesita que contenía cantidad de hojas, me las dio en manos y revisé con recato el escrito, una a una cada hoja, las faltas de ortografía no hacían falta en el documento, pero referente a la investigación estaba… perfecta, mejor de lo que esperaba.
Pasaban los segundos, minutos, horas, un prolongado tiempo el que nos tomó el ordenar y juntar ambos trabajos para tener una tesis limpia, ordenada y correcta. Aún no terminábamos, pero eso si, mi necedad nos llevó a continuar, sin importarle como el tiempo volaba y el sol daba su despedida para saludar a la luna y a las luces diáfanas esparcidas a lo largo de las y tinieblas de la noche.
-(tn)… ¿No crees que ya es un poco tarde?- arraigó con su mejilla puesta en los nudillos de sus manos y los parpados entrecerrados.
-Ya pronto acabamos, solo faltan unos cuantos párrafos- abjuré, lo que quería era terminar lo más rápido posible, a mi consideración era poco el tener que pasar diez hojas pasadas en limpio. Al igual que a él, mi cansancio me carcomía…
-Al fin- dijo en señal de salvación y libertad alzando los brazos y con una sonrisa galardonada.
Me puse de pie con la brazada de hojas. El elucubrar que iría caminando por las calles con un cargamento pesado de 5O cuartillas me daba pereza y eso manifestó mi mueca.
-Si quieres puedes dejarlas aquí- recomendó, preveía que mi expresión lo decía todo y su compasión estaba a mi servicio ¿Por qué desperdiciarla?
-Esta bien- afirmé. -¿Dónde las pongo?-
-Oh, en mi habitación-
Giré mi mirada por toda la casa y volví a su mirada -¿Dónde esta tu habitación?- sonreí apenada, lo mas posible era perderme en el laberinto y necesitaba de un asesoramiento experto.
Risoteó -Sígueme- caminó ascendiendo por las dilatadas escaleras conmigo detrás, el último escalón fue un alivio ya que mis piernas se entumían a medida que avanzaba, el pasillo llevaba la similitud de un hotel, puertas y mas puertas lo componían.
Giró la manija de una puerta, por el aforo y el desorden que danzaba dentro, podía decirse que era su habitación.
-Disculpa el desorden- ¡Qué cínico era! Dejé las hojas sobre lo que parecía ser el colchón, pues no era fácil distinguirse entre el cuchitril.
-Deberías recoger…- me agaché para tomar una prenda muy cuidadosamente con la yema de mis dedos y una expresión repugnante -Esto- reí al ver como sus mejillas se tornaban coloradas ante sus boxers entre mis dedos.
-¡Oye! ¡Eso es mío!- los quitó con violencia y arrojó a otro punto, si la escoba no era de su conocimiento, mucho menos el orden.
-Si fueras mas responsable en el aseo de tu aposento no te pasarían estas cosas- le burlaba con gozo.
Me fulminó con la mirada -Mejor ya vete- se aproximó a mi y jaló de mi cintura, yo recaía todo mi gravamen para evitar que sus fuerzas le ganaran a las mías, pero sin planearlo ambos cuerpos fueron conquistados por un vértigo, el embistiendo encima de mi, y yo en un montón de ropa que amortiguo mi caída atroz.
-¡Quítate!- exclamé.
-No- las palmas de sus manos se posesionaron en el piso una a cada lado de mi cabeza mientras sus brazos reforzaban su torso. Iba a gritar ociosamente puesto que no había nadie en la casa, pero mi olfato detuvo mi atronadora señal de auxilio.
-¿A que huele?- mi nariz buscó lo que tan mal olía, y se encontró con la bazofia de lo que debió haber sido pizza en el pasado. -¡Que asco!- refunfuñe.
-Se ve apetitosa ¿No?- bromeó o eso creía.
-¡Ya déjame ir!-
-Te dije que no- pugnó.
-¡¿Ah no?!... si no te vas a quitar mejor dime todas las repuestas que me debes-
-Claro, soy todo oídos- yo esperaba que terminara huyendo —Otra vez— pero bueno tenia que aprovechar que después de tanto esperar por fin estaría mi orden de respuestas... aunque era incómodo atender las aclaraciones de una persona que tienes sobre sí, sobre la propia persona que escucha.
-¿Por qué me tapaste la boca cuando iba a decir que ibas a volver a besarme?-
-Fácil, porque estaba Jason ahí-
-Si, pero, ¿Que tiene que ver Jason?-
Vaciló unos segundos -Pues él… siente… algo por ti- dijo serio con una expresión amarga.
-Bueno… y ¿Qué problema tiene que el sepa que su “mejor amigo” lo agujere por la espalda?... no quiero decir que yo también sienta algo… un ejemplo, a mi no me gustaría que mi supuesta mejor amiga se estuviera besando así, tan campante con el chico del que estuviera enamorada, y mas si ella sabe mis sentimientos hacia el- expresé a mi forma de apreciar “el triángulo amoroso”.
-Emm… digamos que hipotéticamente tu amiga y tu están enamoradas del mismo chico, ¿Que harías?, ¿Luchar por él o dejarle el campo libre a tu amiga?- fruncí el ceño azarosa.
-Buena pregunta- mordí mi labio inferior -Pero… ¿A qué viene?-
-No, no, a nada, solo me gusta conocer opiniones- balbuceó nervioso.
-Eee… creo que si soy correspondida si haría lo que fuera por su amor-
-¿Y si estuvieras en el lugar de tu amiga?- preguntó.
-Mmm… pues lo mismo, solo que al revés, aunque no sería justo y tal vez al ultimó quedara como el perro de las dos tortas, es decir sin nada o nadie… pero nadie manda al corazón, se rige solo, escoge y el hombre solo lo siente-
Se quedó callado, muy pensativo, en eso acomodé la referencia que tenían sus preguntas a la situación, solo que cambiadas, dos hombres, amigos, y una chica, ¿Yo?...
-Bueno… comencemos… ¿Si?... muéstrame lo que hiciste- encargué, él se dirigió a una mesita que contenía cantidad de hojas, me las dio en manos y revisé con recato el escrito, una a una cada hoja, las faltas de ortografía no hacían falta en el documento, pero referente a la investigación estaba… perfecta, mejor de lo que esperaba.
Pasaban los segundos, minutos, horas, un prolongado tiempo el que nos tomó el ordenar y juntar ambos trabajos para tener una tesis limpia, ordenada y correcta. Aún no terminábamos, pero eso si, mi necedad nos llevó a continuar, sin importarle como el tiempo volaba y el sol daba su despedida para saludar a la luna y a las luces diáfanas esparcidas a lo largo de las y tinieblas de la noche.
-(tn)… ¿No crees que ya es un poco tarde?- arraigó con su mejilla puesta en los nudillos de sus manos y los parpados entrecerrados.
-Ya pronto acabamos, solo faltan unos cuantos párrafos- abjuré, lo que quería era terminar lo más rápido posible, a mi consideración era poco el tener que pasar diez hojas pasadas en limpio. Al igual que a él, mi cansancio me carcomía…
-Al fin- dijo en señal de salvación y libertad alzando los brazos y con una sonrisa galardonada.
Me puse de pie con la brazada de hojas. El elucubrar que iría caminando por las calles con un cargamento pesado de 5O cuartillas me daba pereza y eso manifestó mi mueca.
-Si quieres puedes dejarlas aquí- recomendó, preveía que mi expresión lo decía todo y su compasión estaba a mi servicio ¿Por qué desperdiciarla?
-Esta bien- afirmé. -¿Dónde las pongo?-
-Oh, en mi habitación-
Giré mi mirada por toda la casa y volví a su mirada -¿Dónde esta tu habitación?- sonreí apenada, lo mas posible era perderme en el laberinto y necesitaba de un asesoramiento experto.
Risoteó -Sígueme- caminó ascendiendo por las dilatadas escaleras conmigo detrás, el último escalón fue un alivio ya que mis piernas se entumían a medida que avanzaba, el pasillo llevaba la similitud de un hotel, puertas y mas puertas lo componían.
Giró la manija de una puerta, por el aforo y el desorden que danzaba dentro, podía decirse que era su habitación.
-Disculpa el desorden- ¡Qué cínico era! Dejé las hojas sobre lo que parecía ser el colchón, pues no era fácil distinguirse entre el cuchitril.
-Deberías recoger…- me agaché para tomar una prenda muy cuidadosamente con la yema de mis dedos y una expresión repugnante -Esto- reí al ver como sus mejillas se tornaban coloradas ante sus boxers entre mis dedos.
-¡Oye! ¡Eso es mío!- los quitó con violencia y arrojó a otro punto, si la escoba no era de su conocimiento, mucho menos el orden.
-Si fueras mas responsable en el aseo de tu aposento no te pasarían estas cosas- le burlaba con gozo.
Me fulminó con la mirada -Mejor ya vete- se aproximó a mi y jaló de mi cintura, yo recaía todo mi gravamen para evitar que sus fuerzas le ganaran a las mías, pero sin planearlo ambos cuerpos fueron conquistados por un vértigo, el embistiendo encima de mi, y yo en un montón de ropa que amortiguo mi caída atroz.
-¡Quítate!- exclamé.
-No- las palmas de sus manos se posesionaron en el piso una a cada lado de mi cabeza mientras sus brazos reforzaban su torso. Iba a gritar ociosamente puesto que no había nadie en la casa, pero mi olfato detuvo mi atronadora señal de auxilio.
-¿A que huele?- mi nariz buscó lo que tan mal olía, y se encontró con la bazofia de lo que debió haber sido pizza en el pasado. -¡Que asco!- refunfuñe.
-Se ve apetitosa ¿No?- bromeó o eso creía.
-¡Ya déjame ir!-
-Te dije que no- pugnó.
-¡¿Ah no?!... si no te vas a quitar mejor dime todas las repuestas que me debes-
-Claro, soy todo oídos- yo esperaba que terminara huyendo —Otra vez— pero bueno tenia que aprovechar que después de tanto esperar por fin estaría mi orden de respuestas... aunque era incómodo atender las aclaraciones de una persona que tienes sobre sí, sobre la propia persona que escucha.
-¿Por qué me tapaste la boca cuando iba a decir que ibas a volver a besarme?-
-Fácil, porque estaba Jason ahí-
-Si, pero, ¿Que tiene que ver Jason?-
Vaciló unos segundos -Pues él… siente… algo por ti- dijo serio con una expresión amarga.
-Bueno… y ¿Qué problema tiene que el sepa que su “mejor amigo” lo agujere por la espalda?... no quiero decir que yo también sienta algo… un ejemplo, a mi no me gustaría que mi supuesta mejor amiga se estuviera besando así, tan campante con el chico del que estuviera enamorada, y mas si ella sabe mis sentimientos hacia el- expresé a mi forma de apreciar “el triángulo amoroso”.
-Emm… digamos que hipotéticamente tu amiga y tu están enamoradas del mismo chico, ¿Que harías?, ¿Luchar por él o dejarle el campo libre a tu amiga?- fruncí el ceño azarosa.
-Buena pregunta- mordí mi labio inferior -Pero… ¿A qué viene?-
-No, no, a nada, solo me gusta conocer opiniones- balbuceó nervioso.
-Eee… creo que si soy correspondida si haría lo que fuera por su amor-
-¿Y si estuvieras en el lugar de tu amiga?- preguntó.
-Mmm… pues lo mismo, solo que al revés, aunque no sería justo y tal vez al ultimó quedara como el perro de las dos tortas, es decir sin nada o nadie… pero nadie manda al corazón, se rige solo, escoge y el hombre solo lo siente-
Se quedó callado, muy pensativo, en eso acomodé la referencia que tenían sus preguntas a la situación, solo que cambiadas, dos hombres, amigos, y una chica, ¿Yo?...
5 comentarios:
soi anii
me encanto mil el capitulo aii io qiero q se digan q se qieren
wii!!!
jaja
cuidate
aiios
soi anii
me encanto mil el capitulo aii io qiero q se digan q se qieren
wii!!!
jaja
cuidate
aiios
DIOOS MIOO! AMOO TUU NOVEELAA ES LOO MEEEJOOR && WOOOOW DIOOOS EL CAPITUULOO 49 ESTUUBOO WOOOW! AAAAAWWW TEE HAARE PROOPAA PARAA QEE MAS PERSONAS ENTREN & VEAN LA PRESIOSIDAD DE NOVELA QEE TIEENNEES!
:D
-CLAAAW
HoooLaaa* aaww noo tu nove ess geniall haha la pizza xD!! hahahah bn oiie mi novelaa empiezaa azii como la tuya asii que si la lees porfa no te enojess sii andalee eskeee andoo asii mediiaa copionaa hahah porfaa no te enojes y si me enseñas a usar mass el blogger! por faaa andalee aawww!! pasa baii quu'idiateee!!
amoo tu Novvee!! :P
hoOla ola
me encantho el cAP
TE CUIDAS BYE
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