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¡Escucharlo solo parlotear me desesperaba! Vino a arruinar la poca acrimonia que quedaba en mi, un día pesado, eso fue, lleno de tantas emociones y no estimo que hayan sido buenas, la verdad no tenía un buen recuerdo de algo interesante aquel día, solo discusiones, pérdidas, disgustos, encuentros, malos recuerdos, personas desagradables, raras y muchas mas y así concluí que ese no había sido "mi día perfecto"
Una semana repleta de aburridos, bochornosos, molestos, e inhabitúales momentos.
Como también una semana en la que descubrí que el tonto ese, llamado Joseph y su noviecita ¡Me caían en la punta del hígado! sobre todo ella, era tan insoportable, única en su clase, se podía notar que tenía un cerebro del tamaño de una partícula microscópica, caprichuda, exagerada, presuntuosa... ¡Ah! y ¡Empalagosa!, ¡Pero no conmigo! ¡Por suerte! ¡Sería anormal!... ¡Si no con el dejado de su novio! Era tan fácil de manipular por ella, sus asquerosos besos hacían que yo estuviera a punto de vomitar el desayuno, ¡O sea! ¿A quien le interesaba ver como se intercambiaban la saliva? ¿Que no entendían que los lugares públicos obviamente estaban saturados de personas a las que les desagradaba ver esas escenas? ¡Iugg!
¡Y eso no era todo, lo hacían casi en mi cara!... ¡Pero que digo casi! ¡En mi cara! ¡Como si quisieran darme celos!
A ella, la tal Allison le gustaba... ¡Le fascinaba hacerme la vida de cuadritos! ¿Que tenía contra mi? Yo no le daba razones... Bueno si... ¡Lo admito! pero es que era difícil mantener la cordura con tal persona enfrente.
Y Jason, pues el... era muy... ¿Como lo digo?... encimoso, su expresión al verme era ridícula, igual a la del aeropuerto; de vez en cuando hablábamos, pero era incómodo, por ejemplo, si estábamos sentados sobre una banca, ambos mirando de frente, discretamente levantaba su brazo para rodear mi cuello, los primeros dos días para evitarlo solo me alejaba, salía huyendo, ya los demás solo le lanzaba una mirada diciendo "Quitame tu brazo de encima" pues dicen que una mirada dice mas que mil palabras y esa era mi forma de comunicarme con el; lo que es peor! llamaba a su amiguito a sentarse en la misma banca que nosotros, bueno mas bien mi banca, porque Jason era el que se acoplaba conmigo, pero prosigo, no venía solo si no con su parejita, y juntos hacían el dúo que hacía que ¡Mi cabeza estuviera a punto de estallar!
Las discusiones no faltaron, ¡Ya eran parte de mi rutina diaria y mas con Joe! una simple conversación hacia que una tercera guerra mundial comenzara, aunque eran por cosas insignificantes nunca fueron una barrera para impedir esos gritos y reclamos de uno contra otro.
Por lo menos alguien estaba contento, y ese alguien era mi madre por lo poco que me contaba, ¡Le iba de maravilla!
Tampoco eso de andar haciendo amigos era algo mío, si los tenía eran contados con los dedos de mi mano y les aseguro que me sobraban, mi amiga mas cercana era mi madre, aunque no todo el tiempo era estar "En paz", pues le antes contaba todo, mi vida, mi relación, sentimientos, absolutamente todo lo que le cuentas a una "mejor amiga" pero como todo tiene sus altas y sus bajas, odiaba que siempre contradijera mi forma de pensar.
Lo malo es que en este tiempo ya no habíamos hablado mucho, solo la veía durante la mañana, ya que su horario era bastante apretado, tenía que impartir una clase una vez terminada la otra, aunque también la veía al salir del frustrante colegio, de camino a casa y un ratito en la noche... El fin de semana me había caído del cielo, genial para darse un respiro después del tormentoso conjunto de los 5 días de tensión...
¡Escucharlo solo parlotear me desesperaba! Vino a arruinar la poca acrimonia que quedaba en mi, un día pesado, eso fue, lleno de tantas emociones y no estimo que hayan sido buenas, la verdad no tenía un buen recuerdo de algo interesante aquel día, solo discusiones, pérdidas, disgustos, encuentros, malos recuerdos, personas desagradables, raras y muchas mas y así concluí que ese no había sido "mi día perfecto"
Una semana repleta de aburridos, bochornosos, molestos, e inhabitúales momentos.
Como también una semana en la que descubrí que el tonto ese, llamado Joseph y su noviecita ¡Me caían en la punta del hígado! sobre todo ella, era tan insoportable, única en su clase, se podía notar que tenía un cerebro del tamaño de una partícula microscópica, caprichuda, exagerada, presuntuosa... ¡Ah! y ¡Empalagosa!, ¡Pero no conmigo! ¡Por suerte! ¡Sería anormal!... ¡Si no con el dejado de su novio! Era tan fácil de manipular por ella, sus asquerosos besos hacían que yo estuviera a punto de vomitar el desayuno, ¡O sea! ¿A quien le interesaba ver como se intercambiaban la saliva? ¿Que no entendían que los lugares públicos obviamente estaban saturados de personas a las que les desagradaba ver esas escenas? ¡Iugg!
¡Y eso no era todo, lo hacían casi en mi cara!... ¡Pero que digo casi! ¡En mi cara! ¡Como si quisieran darme celos!
A ella, la tal Allison le gustaba... ¡Le fascinaba hacerme la vida de cuadritos! ¿Que tenía contra mi? Yo no le daba razones... Bueno si... ¡Lo admito! pero es que era difícil mantener la cordura con tal persona enfrente.
Y Jason, pues el... era muy... ¿Como lo digo?... encimoso, su expresión al verme era ridícula, igual a la del aeropuerto; de vez en cuando hablábamos, pero era incómodo, por ejemplo, si estábamos sentados sobre una banca, ambos mirando de frente, discretamente levantaba su brazo para rodear mi cuello, los primeros dos días para evitarlo solo me alejaba, salía huyendo, ya los demás solo le lanzaba una mirada diciendo "Quitame tu brazo de encima" pues dicen que una mirada dice mas que mil palabras y esa era mi forma de comunicarme con el; lo que es peor! llamaba a su amiguito a sentarse en la misma banca que nosotros, bueno mas bien mi banca, porque Jason era el que se acoplaba conmigo, pero prosigo, no venía solo si no con su parejita, y juntos hacían el dúo que hacía que ¡Mi cabeza estuviera a punto de estallar!
Las discusiones no faltaron, ¡Ya eran parte de mi rutina diaria y mas con Joe! una simple conversación hacia que una tercera guerra mundial comenzara, aunque eran por cosas insignificantes nunca fueron una barrera para impedir esos gritos y reclamos de uno contra otro.
Por lo menos alguien estaba contento, y ese alguien era mi madre por lo poco que me contaba, ¡Le iba de maravilla!
Tampoco eso de andar haciendo amigos era algo mío, si los tenía eran contados con los dedos de mi mano y les aseguro que me sobraban, mi amiga mas cercana era mi madre, aunque no todo el tiempo era estar "En paz", pues le antes contaba todo, mi vida, mi relación, sentimientos, absolutamente todo lo que le cuentas a una "mejor amiga" pero como todo tiene sus altas y sus bajas, odiaba que siempre contradijera mi forma de pensar.
Lo malo es que en este tiempo ya no habíamos hablado mucho, solo la veía durante la mañana, ya que su horario era bastante apretado, tenía que impartir una clase una vez terminada la otra, aunque también la veía al salir del frustrante colegio, de camino a casa y un ratito en la noche... El fin de semana me había caído del cielo, genial para darse un respiro después del tormentoso conjunto de los 5 días de tensión...
1 comentarios:
Hola como andas????
Tu novela esta reee buena me encanta
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