••Capitulo 13••

-Por desgracia- dijeron los dos en coro.
-¡Wow! Estos si que son raros- hablé para mi mismo.
Tomé a Joe del brazo y lo aparté unos metros de (tn) para procurar que no oyera lo que estaba por decirle a mi insolente amigo.
-¡¿Qué quieres?!- manifestó excesivamente molesto, pero que hace un rato; qué podía haberle hecho una joven tan bella como (tn) para despertar la exasperación pues con esta carita de ángel, parece que no rompe ni un plato, tan inocente.
-¡Oye! ¿Qué te pasa? ¡No puedes tratar de esa manera a mi futura novia!- le reclamé intercediendo por ella, él hizo una mueca incrédula, que ¿Acaso dudaba de que ella sería mi novia?... Yo no le daba razones para no serle verídico.
-¿Qué acaso tienes recelos de que llegué a algo mas con ella?- le exclamé pero en murmuros, no me parecía adecuado que (tn) escuchara esto, o pensaría que la estaría acosando cada vez que me le acercara.
-¡Tu futura novia!- hizo mención con una ironía amarga.
Arqueé una ceja como respuesta.
-¿Si tu dices?- sus sarcasmos estaban sobrepasando mis límites de tolerancia.
Apunté con mi dedo índice muy cerca de su nariz, esta sería mi advertencia.
-Mira...-
-Señor Evans!- esta voz me interrumpió continuar, sabía que detrás de ese llamado habría una reprensión: solo cerré los ojos con presión frunciendo mis cejas.
-Ahí te hablan- expuso Joe con un tono de intención burlesca.
Era la profesora enojada, pero no saben el motivo, yo les diré: Cuando estaba en el salón mi vejiga no aguantaba más y necesitaba de una liberación, así que le pedí permiso a la maestra para ir al lugar indicado para deshacerse del líquido excesivo, el baño. Ella dudó en si dejarme ir o no, pero al verme casi bailando aceptó con la única condición de que no tardara, pues era muy estricta y no le gustaba que sus alumnos desacataran sus avisos.
Aprobé su oferta y me dirigí a dicho lugar, claro que no les contaré detalles eh! Prosigo, y cuando salía me topé nuevamente con ese hermoso ángel que hacía perder mis cinco sentidos, ahí fue cuando me ofrecí a llevarla a la Dirección y pues ahora estoy aquí a punto de llevarme un fuerte regaño.

Joe•-- Me daba tanta gracia el ver como la profesora se aproximaba a Jason con una cara furiosa que hacía que se le notaran mas las arrugas de lo normal.
Lo jaloneo de una oreja y lo condujo al saló de clases para imponerle un castigo.
Pero ni por tanta risa que en mi habitaba no se me olvidaba que alguien me debía una cuantas explicaciones.
Giré mi cabeza para ver si aún seguía ahí, y efectivamente no se había movido de su sitio.-Menos mal que no te has ido- comenté algo mas tranquilo.
-¡Pues no soy una cobarde!- su carácter era duro, lograba dejarme absorto, sobre todo su resistencia.
-¿Si sabes lo que causaste?- me crucé de brazos.
-Rompió contigo- denotó seria -En esa caso te hice un favor- agregó.
-No... Algo peor... Ahora me tendrá vigilado de mas- en mi mente se hizo un listado de frases recientes sobresaliendo una entre todas. -¿Por qué me harías un favor con eso?- antes de que pudiera responder le hice saber otra pregunta -Por casualidad... Estabas... ¿Celosa?-
-¿Yo de ti?... ¡Por favor! ¡No me hagas reír!- bueno ya me quedo mas que claro que no fue eso, ahora me tocaba oír su argumento.
-¡Es una chica fastidiosa! ¡Presumida!, ¡Grosera!, ¡Estirada! y muchas otras cosa mas que no acabaría el punto es que dicen que si juntas negativo con negativo o positivo con positivo estos se repelen- ¡O sea! me quiso decir fastidioso, presumido, grosero, estirado, etcétera, y volvemos con sus comentarios que me hacen recaer en cólera.
Tal vez era lento pero no tonto -¡Entendí completamente lo que quisiste decirme!- hice hincapié en mis palabras.
-Me pregunto algo... ¿Por qué si es tu novia no la defiendes como deberías? ¿Qué solo piensas en ti?- su primer pregunta me dejó atónito, ni yo mismo sabía que contestar.
Mientras ella esperaba mi respuesta lógica entreabrió la boca, su lengua frotaba su mejilla derecha, haciendo que se abultara de más pareciendo más cachetona de un lado.
Suspiró -Como veo que tú no tienes para cuando, me voy-
Emprendió unos tres pasos cuando le grité:
-¡Espera!- solo dio media vuelta.
-¿Ahora que?- se le veía desganada, cansada.
-¿Como te llamas?- pregunté.
Bufó -¡Lo he dicho miles de veces!-
-Pues perdona mi desatento- ¿Lo dijo? ¡Que mala memoria he de tener!-
Cerró los ojos momentáneamente -(tn)-
-Yo soy...-
-¿Joe o Joseph?- ¿Sabia mi nombre? ¿Donde lo había escuchado? Quizá lo dije y no lo recuerdo -Creo que te queda mejor- Puso su dedo índice sobre su barbilla, en señal de pensar, se vio que le llegó una idea, ¿Pero que trataba? -"El demente de la carretera"- dijo esto juntando sus dedos índice y pulgar formando un diamante y deslizándolos por el aire en línea curvada.
Por primera vez me comporto amable con ella y ¡Así me responde! no pone ni un granito de arena, me daba con que solo aparentara que le caigo bien, pero no, era sincera, ¡Muy sincera!
Conté hasta diez para entrar en armonía -Solo Joe-Sonrió tan hipócritamente y siguió caminando hasta perderse en el pasillo...